le ganó a Independiente
Estudiantes pasó a cuartos de final de la Copa Argentina por penales
Independiente ganaba con un gol de Saltita González, Estudiantes lo igualó con un grito de Federico Fernández y ganó desde los 12 pasos. Ahora espera por Racing o Huracán.
Fue una lucha. Y la ganó Estudiantes. En un partido reñido, peleado, muy disputado y signado por la paridad, el equipo de La Plata eliminó al Independiente de Carlos Tevez gracias a los guantes de Mariano Andújar y también a la imprecisión de los futbolistas del conjunto de Avellaneda, que fallaron tres de los cuatro penales de la tanda, incluida una insólita ejecución de Matías Giménez, quien intentó picar la pelota y el tiro le salió por la culata. De esta forma, el Pincha avanzó a cuartos de final, una instancia a la que el Rojo sólo llegó dos veces en su historia en la Copa Argentina y nunca la pudo superar.
Ambos equipos apostaron a un fútbol ofensivo y jugaron con enganche: de un lado, Santiago Toloza, del otro, Benjamín Rollheiser. Salieron a la cancha con el misma sistema táctico: 4-3-1-2. Sin ser avasallante, el Rojo fue más peligroso que su adversario en el primer tiempo, aunque por momentos quedó descompensado y exhibió algunas falencias en el retroceso. Una corrida de Martín Cauteruccio, quien no logró definir con comodidad, y un cabezazo de Matías Giménez fueron las situaciones claras que generó el conjunto de Avellaneda antes de ponerse en ventaja con un preciso y potente zurdazo de Saltita González. Sin embargo, la alegría les duró un suspiro a los dirigidos por Carlos Tevez: el Pincha reaccionó de inmediato con una acción en la que prepararon una cortina para que Federico Fernández pudiese cabecear en soledad e impulsar la pelota hacia la red.
El partido se planchó en el segundo tiempo. Hubo mucha fricción en la mitad de la cancha y a ambos equipos les costó progresar en el campo mediante acciones de elaboración colectiva. Independiente tuvo dos chances para ponerse en ventaja en el arranque del complemento: una gran pared entre Toloza y Cauteruccio que el ex Arsenal no logró sentenciar con precisión y un disparo alto de Giménez tras un contragolpe. De todas formas, al Rojo se lo notó muy impreciso en los pases, no hubo conexión entre las líneas y es por eso que le costó mucho construir. Estudiantes, que terminó prescindiendo del manejo de la pelota, tuvo poca creatividad: un centro atrás de Mauro Méndez que casi termina accidentalmente en un gol en contra de Javier Báez fue lo mejor del equipo de La Plata.
Los dirigidos por Tevez advirtieron que el adversario se quedó sin nafta en los últimos diez minutos y es por eso que salieron a ejercer presión en campo contrario con la intención de empujar al Pincha, que quedó replegado y ni siquiera logró salir de contragolpe. Ya sin piernas, Estudiantes comenzó a exhibir algunas grietas que se generaron producto del desgaste y de la ocupación de espacios que dispuso el Rojo en campo contrario. Fue en ese momento cuando Fernández vio la roja por bajar a Alexis Canelo. El Rojo comenzó a encontrar espacios, pero le faltó eficacia: Federico Mancuello probó suerte con un remate desviado y, en la última jugada del encuentro, el arquero Andújar exhibió sus reflejos con una tremenda doble tapada a Joaquín Laso en el área chica.
El Rojo dio pena en los penales y sigue con su maldición en la Copa Argentina. Estudiantes va por más.