Bajo una lluvia torrencial Independiente y Boca empataron 2 a 2 en Avellaneda

La jornada de ayer se terminó con un partido totalmente épico donde Independiente y Boca empataron 2-2, sumado a que el encuentro estuvo parado al final por una lluvia de película que azotó al estadio Libertadores de América.

Cuando todavía la lluvia no amenazaba al encuentro, las acciones comenzaron en Avellaneda con un partido atractivo donde los dos equipos iban al golpe por golpe. Así fue que el Xeneize llegó a la apertura del marcador a los 15 minutos cuando Sebastián Villa fue a buscar una pelota perdida y Lucas Rodríguez no vio al colombiano a sus espaldas por lo que se tiró a barrer cometiendo el penal que Benedetto cambió por gol con su calidad.

A pesar de esto, el Rojo siguió yendo a buscar el empate mediante pelotas paradas y así fue que tras un córner desde la izquierda Manuel Insaurralde bajó la pelota para que Gastón Togni cambie por gol llevándose el balón por delante a los 30 minutos. Sin embargo, este envión no sirvió para el equipo de Eduardo Domínguez porque nuevamente el Pipa encontró un rebote en el área y de una le pegó de zurda al ángulo para irse arriba al descanso por 2-1.

Ya en el segundo tiempo, de a poco la lluvia comenzó a azotar el campo de juego del Libertadores de América y se empezó a hacer notar. Sin embargo el equipo de Sebastián Battaglia quedó con 10 cuando Frank Fabra cometió un foul sobre Damián Battallini y Facundo Tello le sacó la segunda amarilla. Así, los visitantes quedaron con uno menos promediando la mitad del complemento cuando la tormenta se hizo más presente. Faltando 15 minutos, el agua comenzó a caer con mucha intensidad complicando el terreno de juego y la visibilidad pero no impidió que los Rojos lleguen a la igualdad. A los 34 minutos, llegó un centro desde la izquierda y Alan Soñora entró por el segundo palo para empujar la pelota y hacer estallar a los hinchas.

Cuando el juego empezaba a ser más que atractivo con la igualdad y una lluvia torrencial, el campo empezó a inundarse pero decidieron continuar con el juego por unos minutos. De manera insólita, cuando quedaban dos minutos y los dos equipos querían terminar el encuentro, Tello paró el partido para tomar una decisión.

Comenzó a charlar con los capitanes y planteles, que querían seguir jugando los pocos minutos que faltaban, para esperar que drene un poco el terreno y aguardar a ver si la lluvia frenaba. De esa manera, el encuentro se paró por 20 minutos para que después se jueguen

los dos minutos que faltaban y cuatro más de descuento.

A pesar de esto, en los minutos finales los dos equipos intentaron pero no tuvieron chances claras de gol bajo un terreno que drenó un poco pero igualmente seguía complicado para continuar con el juego. Así Boca perdió la chance de estar puntero junto a Colón, e Independiente no pudo entrar entre los primeros cuatro de la Zona B.