Irán

El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani será ejecutado por defender los derechos de las mujeres

La Federación Internacional de Futbolistas Profesiones y Amnistía Internacional emitieron comunicados y pidieron a las autoridades que eliminen la pena.

El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país, lo que generó el repudio mundial.

La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesiones (FIFPRO) le pidió a las autoridades de ese país que eliminen la pena y aseguró sentirse “conmocionada y asqueada por la situación”.

“FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, señaló el sindicato en un comunicado.

Amnistía Internacional también repudió la medida: “La organización le pidió a la comunidad internacional que utilice todos los medios necesarios para presionar al gobierno iraní para que detenga las ejecuciones y la pena de muerte”, dijo su presidenta Diana Al-Tahavi.

Según infomó IranWire, Amir Nasr-Azadani, de 26 años, está acusado del delito de “traición a la Patria”, lo que se castiga con la muerte.

El medio, también, indicó que la familia del futbolista “fue amenazada repetidamente por las fuerzas de seguridad de la República Islámica” si contaban que el jugador estaba detenido, algo que finalmente trascendió.

Lo más grave de todo esto es que solo uno de sus compañeros en la Selección de Irán se pronunció sobre el hecho en sus redes sociales. El arquero Alireza Beiranvand, pidió que las penas fuesen revocadas.

Irán ahorcó en público a un joven de 23 años por su participación en las protestas

Irán ejecutó públicamente este lunes a un segundo condenado a muerte por su participación en las protestas que sacuden el país desde septiembre.

Majidreza Rahnavard, de 23 años, fue sentenciado a la pena capital por un tribunal de la ciudad de Mashhad, en el nordeste de Irán, por matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herir a cuatro personas, según la versión oficial. Grupos de derechos humanos dijeron que fue condenado en “un juicio espectáculo” y obligado a confesar bajo coacción.

Fue ahorcado en público y no dentro de la prisión, informó Mizan Online, la agencia de información de la judicatura.