ENTREVISTA EXCLUSIVA

El profe Luis Martín: “Con un empate estamos bien, eh…”

El preparador físico de la Selección nacional en un mano a mano exclusivo con el diario Hoy en la semana previa al clásico entre Gimnasia y Estudiantes.

Ciudadano destacado de La Plata y preparador físico de la Selección campeona de América, Luis Martín está atravesando un reconocido momento profesional y personal.

Ayer llegó a Catar, donde empezó a estudiar el “terreno” para elegir el mejor predio de preparación para el equipo de todos los argentinos, que dentro de un año buscará consumar otro sueño mundialista.

Hoy está en la cúspide de su carrera como profesor de educación física, pero no se olvida de sus raíces en el barrio La Favela, en los monoblocks donde creció en los ‘80 casi jugando con Caldera Calderón. De su incursión en el fútbol regional, su paso por la facultad en cinco años frenéticos y su innegable apego a Estudiantes de La Plata.

“Cuando vino Sebastián y me dijo que nos íbamos a la Selección, pensé que me estaba diciendo que teníamos un partido en el predio de fútbol La Selección. No entendía nada”, comentó en confianza con un ejemplar del diario Hoy tras haber clasificado al próximo Mundial.

De 528 y 19 a Doha, un viaje sin retorno con el preparador de los sueños de todos los argentinos, que también se animó a dejar su vaticinio para el clásico del próximo domingo.

—¿Quién es favorito para el clásico?

—Yo veo que los dos equipos vienen levantando y están en un buen momento. Va a ser un lindo partido y espero que se pueda disfrutar. Todos los que estamos en el futbol queremos y anhelamos que se dé un buen partido. Pero para nosotros, los que estamos en La Plata y por ahí tenemos el corazón de un lado de la ciudad, creo que con un empate estamos bien, eh…

—¿Tenés cábalas?

—Sí, tengo costumbres. Me aferro a eso…

—¿Dónde creciste en La Plata?

—En La Favela.

—¿Te criaste con Caldera (Calderón)? Porque son más o menos de la misma generación...

—Claro. Eran años bravos en el barrio por aquel entonces. Y por eso hoy lo rescato y siempre digo que el barrio me formó. Estábamos todo el día haciendo cosas que muchas veces no teníamos que hacer. El mérito era salir de ese lugar y que no te digan o te señalen por venir de ahí. Ahora por suerte está mucho mejor todo.

—Pero jugaste mucho tiempo al fútbol y te recibiste de profe jugando…

—Claro. A veces me iba al campo a jugar por plata. Se pagaba bien cuando tenía menos de 25 años.

—¿Dónde arrancaste jugando?

—Yo empecé a jugar en El Cruce, tuve un paso muy importante por Fuerte Barragán, pero uno de los mejores y más recordados momentos fue en Everton.

—Y en el medio, el estudio…

—Sí. Yo arranqué a estudiar a los 27 años. En un momento me dí cuenta que no iba a poder jugar para toda la vida al fútbol y que cuando se terminara eso algo tenía que hacer. Arranqué a estudiar educación física a los 27 años e hice la carrera de corrido cinco años sin parar. Sabía que no tenía tiempo para perder.

—¿Te costó?

—Siempre cuesta, pero se puede. Yo les digo siempre a los chicos que no importa la edad. Lo que importa es la seriedad y la responsabilidad con la que uno se toma las cosas.

El preparador físico de la Selección campeona de América también habló largamente con diario Hoy sobre cómo se encuentra parado el equipo frente al desafío de Catar 2022.

—¿Cómo te enteraste de que ibas a ser el profe de la Selección?

—Yo trabajé más de 15 años y en Estudiantes. Mi primer gran cimbronazo como profesional fue cuando vino Sebastián y me dijo: “Nos vamos a la Selección”. Lo miré y le dije medio en chiste: “¿Vamos a jugar un partido en el predio La Selección?”. No, era que íbamos con toda la estructura de juveniles del Pincha a las selecciones juveniles de la AFA. De ahí en adelante terminamos haciendo muchas cosas hasta que se conformó el cuerpo técnico de Lionel.

—¿Cómo es Scaloni en la intimidad del trabajo?

—Tiene un perfil muy bajo y no se conoce demasiado todo lo que él hace. Trabaja todo el día por lo que está haciendo. Él hizo un seguimiento de muchos jugadores y así salieron Cristian Romero o Emiliano Martínez, a quien tenía hablado hace más de un año. Explotaron en este 2021, pero hace mucho que Scaloni los tenía hablado.

—¿Sos de esos profes que les dan un “permitido” a los jugadores como hacía el Profe Blanco ,que les daba un premio con un alfajor a los jugadores?

—Mi trabajo es más por convencimiento que por imposición o por premios. Pero te puedo asegurar que el nivel de profesionalismo que hay entre los jugadores hace que no sea necesario implementar premios o castigos. Los muchachos están en un nivel muy alto y ellos mismos son los que se cuidan al extremo.

—Se habló mucho de fechas y de amistosos, ¿cómo va a ser la preparación de la Selección para el Mundial?

—La verdad es que después de que terminen las Eliminatorias no hay fecha FIFA programada, a no ser la ventana de mitad de año con el partido por la Copa contra Italia entre el campeón de América y el campeón de Europa.

—Se van a cumplir 20 años de lo que pasó en la previa al Mundial de Corea y Japón, en el que se criticó mucho la preparación física, ¿vos cómo vas a hacer para preparar al equipo?

—Vamos a continuar con el trabajo de base que los jugadores hicieron en sus clubes, ya que van a llegar en la mitad de la pretemporada. Después se hará un refuerzo personal a cada uno que lo vaya necesitando. No todos los casos sin iguales. El que necesite algo más lo va a tener.

—Saliste de Estudiantes y vas a ocupar el lugar de Echeverría o el Profe Blanco en un Mundial como preparador físico…

—Siempre traté de hacer lo mejor en cada lugar que estaba trabajando, y esto no fue la excepción. Esto me dará un crecimiento a nivel personal muy grande y lo quiero aprovechar.

—¿Cómo está la Selección para el Mundial?

—(Sonrisa cómplice) Si te tengo que contestar con la verdad, quiero que el Mundial arranque mañana. Pero no va a poder ser. Falta poco, pero bastante a la vez. Tenemos que terminar el proceso de las Eliminatorias y hay que tratar de seguir creciendo. El grupo está tan bien que no sé si se puede afianzar más de lo que ya está.