Ferrari desata una revolución aerodinámica para desafiar a Red Bull y McLaren en la Fórmula 1

Ferrari ha dado un paso audaz hacia la vanguardia de la Fórmula 1 al presentar un significativo paquete de mejoras durante un día de filmación en su circuito de pruebas de Fiorano.

Estas mejoras están diseñadas para alterar fundamentalmente el rendimiento aerodinámico del SF-24, con la esperanza de desafiar la dominancia de Red Bull y contrarrestar el creciente poder de McLaren en la parrilla de la F1.

El núcleo de estas mejoras radica en un cambio crucial en la filosofía del sidepod y la carrocería de la cubierta del motor. Ferrari ha pasado de una entrada de sidepod bajo la mordida a una disposición por encima de la mordida, similar a la estrategia empleada por Red Bull este año. Sin embargo, Ferrari ha optado por una entrada un poco más amplia que su rival.

Otro cambio notable es la fusión del conducto de derivación vertical con la entrada principal, creando así una entrada más grande que se asemeja a los diseños vistos en los coches de Alpine y Mercedes.

Esto ha implicado la eliminación de la salida del conducto de derivación junto a la pata trasera del halo, acompañada de una reorganización de la aleta en esa región.

Estas transformaciones externas también han provocado ajustes internos significativos en el SF-24, con radiadores, enfriadores y otros componentes de la unidad de potencia siendo rediseñados para adaptarse a la nueva configuración aerodinámica.

Además, la cubierta del motor ha experimentado cambios notables, con una salida central más grande y una sección trasera estrechada para una mejor gestión del calor.

Si bien Ferrari pudo haber introducido algunas de estas mejoras gradualmente en carreras anteriores, la decisión de desplegar todo el paquete en el GP de Emilia Romagna refleja la importancia que el equipo atribuye a estas actualizaciones.

Tener más tiempo para evaluar el impacto de estas mejoras debería posicionar a Ferrari en una posición más sólida para competir en la siguiente fase de la temporada, siempre y cuando la correlación entre la simulación y el rendimiento real se mantenga sólida.