Libertadores

La Academia festejó sobre el final

Racing derrotó 3-2 a Aucas en un partido que tuvo de todo. Se fue 2-0 al entretiempo, los ecuatorianos lo empataron y el local se quedó con uno menos. Faltando cuatro minutos, un gol en contra le dio los tres puntos a los dirigidos por Fernando Gago.

Racing le ganó por 3-2 a Aucas de Ecuador por la segunda fecha de la Copa Libertadores 2023 en un encuentro que tuvo de todo y se posicionó como único líder del Grupo A, que comparte también con Flamengo y Ñublense.

El conjunto de Fernando Gago jugó un primer tiempo para enmarcar. Ya al minuto “Maxi” Romero metió una pelota en el travesaño, enseguida amenazó Jonathan Gómez y a los 11 Gabriel Rojas le mandó un centro desde la izquierda a Romero para que cabecee a quemarropa a la red. El vendaval local siguió con otra chance de Juan Nardoni, hasta que a los 16 tuvo revancha debajo del arco tras un gran desborde por izquierda de Romero.

Con la temprana ventaja, el conjunto argentino siguió dominando y tuvo polémicas a su favor, como cuando le cobraron un penal por mano de Luis Cangá y se lo quitaron vía VAR -correctamente-, y cerca del descanso desestimaron otra falta en el área por un manotazo en el rostro de Paolo Guerrero.

El complemento se inició enrarecido, entre el enojo local con el árbitro Christian Ferreyra y la inesperada reacción de los ecuatorianos. A los dos minutos, Erick Castillo aprovechó una desinteligencia por izquierda, atropelló y batió a Gabriel Arias, y a los 10 Luis Cangá definió en el área chica tras un centro desde la izquierda del ingresado Aubrey David.

En lo que siguió, Racing no volvió a brillar y se generó un trámite batallado, intenso y caliente. Gonzalo Piovi tuvo la única llegada y, para colmo, el ingresado “Maxi” Moralez vio la roja después de un planchazo. Pero a los 40, cuando el partido pedía un final acorde a su vértigo, Wilker Ángel anticipó a su propio arquero de cabeza tras un centro frontal y metió el tercero para la Academia.

Los de Gago se quedaron con todo el premio, amparado en los merecimientos de esa primera etapa para el recuerdo, pero con la deuda de haberse regalado en el complemento y arriesgado a perderlo todo.