APRIETES

Momentos de tensión en el Lobo: barras amenazaron al plantel en la previa del clásico y difundieron una lista

Horas antes del clásico platense, un grupo de barrabravas ingresó al predio de entrenamiento y amenazó al plantel profesional. Los jugadores y el cuerpo técnico quedaron conmocionados, mientras socios e hinchas exigen medidas drásticas y la intervención de la Justicia.

La previa del clásico entre Gimnasia y Esgrima La Plata y Estudiantes quedó empañada por un episodio de extrema gravedad institucional. El jueves, un grupo de barrabravas irrumpió en el predio del Lobo y amenazó directamente a los jugadores y al cuerpo técnico, exigiendo la victoria en el partido del domingo.

Fuentes cercanas al club confirmaron que los agresores increparon a los futbolistas con frases intimidantes y que incluso algunos audios filtrados revelan la autoría de las amenazas. El hecho generó consternación dentro del plantel y una ola de repudio en la comunidad tripera.

“Esta gente NO representa al verdadero hincha de Gimnasia. Son delincuentes que manchan el nombre del club”, expresaron en un comunicado los hinchas autoconvocados que también difundieron una lista de nombres de quienes, según denuncian, lideran las maniobras de apriete: “El Volador”, “El Melli”, “Gareca”, “El Gordo Milanesa”, “El Momia”, “Junior”, “Juan Arcajo Ruli”, “Gordo Damián”, “José Lisiaga”, “Juan Rincón”, “Toto Zamora”, “Cazusa”, “Agustín Barreda” y otros.

El clima en el club es de máxima tensión. La dirigencia, encabezada por Mariano Cowen, evalúa medidas disciplinarias y acciones judiciales, mientras crece la exigencia de los socios para que los violentos sean expulsados definitivamente. “Mientras los jugadores dejan todo, estos tipos viven del miedo y la violencia”, sostuvieron desde el movimiento de hinchas genuinos.

El episodio, además de afectar la moral del equipo, volvió a poner en evidencia el poder de las barras en el fútbol argentino y la falta de respuestas estructurales. A pocos días del clásico, el ambiente en el Bosque está cargado de incertidumbre, temor y hartazgo. Para muchos socios, el verdadero partido que Gimnasia debe ganar es el que se juega contra la violencia.