GIMNASIA

Ramón Sosa apareció, ¿para despedirse?

Si bien trabajó junto a sus compañeros albiazules, Chirola Romero sabe que el futuro del jugador está lejos del Bosque.

La novela entre Gimnasia y el representante de Ramón Sosa poco a poco comienza a llegar a su final. Ayer el atacante guaraní se hizo presente en el predio que el club posee en Abasto para entrenarse a la par de sus compañeros, pero su futuro está lejos del Bosque.

Sucede que si bien trabajó junto a sus compañeros albiazules, Chirola Romero sabe muy bien que no debe gastarse en contar con él, porque su futuro está en Talleres de Córdoba. La presión del representante del futbolista, que a cualquier costo quiere cobrar su porcentaje en la operación, llevó a forzar al jugador a realizar un acto de indisciplina que dolió en sus compañeros. Motivo por el que el club cordobés subió la apuesta y se acercó a los números que pretende el Lobo.

Desde el principio Gimnasia pidió 2 millones 500 mil dólares por su 50 % de la ficha del futbolista, cifra que le permitiría saldar la deuda de 1 millón 800 que arrastra de la gestión Pellegrino y sacar un rédito económico. La “T” ofreció apenas 1 millón 900 mil y la dirigencia de Mariano Cowen le bajó el pulgar.

Pero en la jornada de ayer, el club cordobés se estiró a 2 millones 200 mil dólares y en esos términos Gimnasia aceptó volver a dialogar. Así, en estas horas podría llegar la aprobación final para bajar el martillo y concretar la venta del atacante paraguayo.

De este modo, el Lobo se despide de una de sus últimas figuras, pero la dirigencia conseguiría una ganancia con la que saldaría la deuda con Olimpia de Paraguay, Tembetary y el agente del jugador. Levantando de esta manera su segunda inhibición y quedándole una cifra cercana a los 300 mil dólares. El club no saldrá al mercado, pero prepara las arcas para cancelar la deuda por Franco Soldano y así quedar libre de sus deudas más asfixiantes.