Pilar
Reventa de entradas: allanaron la casa del hermano de Riquelme
La Justicia realizó un procedimiento en la vivienda de Cristian, apodado Chanchi, quien acompaña habitualmente al vicepresidente Xeneize en la gestión diaria.
La noticia que impactó en Boca Juniors durante las primeras horas de la mañana con el allanamiento en la Bombonera tuvo un segundo capítulo cerca del mediodía: la Justicia también realizó un procedimiento en busca de pruebas en la casa del hermano del actual vicepresidente Juan Román Riquelme. Cristian Riquelme, apodado Chanchi, acompaña habitualmente al directivo aunque no tiene un rol oficial en la dirigencia.
Cerca de las 9 de la mañana de este jueves 17 de agosto, efectivos de la Gendarmería nacional en compañía del personal de la Fiscalía de la Ciudad arribaron a la Bombonera para iniciar un allanamiento tanto en distintas oficinas del estadio, como así también en el Polideportivo Benito Quinquela Martín y el estadio Luis Conde, conocido como la Bombonerita. El procedimiento, que continúa a más de cinco horas de su inicio, estuvo impulsado por el juzgado de 1ª instancia en lo penal contravencional y de faltas N°10 que encabeza Pablo Casas.
Si bien no se expusieron mayores detalles sobre las sospechas que derivaron en estos allanamientos, Infobae pudo saber que la denuncia que impulsó el inicio de la investigación está emparentada a hechos ocurridos en octubre del 2022. La Justicia, que cuenta en su poder con distintas escuchas telefónicas, puso el foco sobre la reventa de entradas, pero también ante una posible defraudación económica del club.
En ese mes del 2022, el Xeneize disputó tres partidos en condición de local todos por la Liga Profesional. Recibió a Vélez (1-0), Aldosivi (2-1) e Independiente (2-2). Este último encuentro, contra el Rojo, fue el que coronó campeón del torneo al equipo dirigido por entonces por Hugo Ibarra gracias a la caída de Racing ante River Plate.
Chanchi y Juan Román durante un encuentro de Boca Juniors
Chanchi Riquelme es el hermano menor de Juan Román y uno de sus hombres de confianza en las tareas diarias en Boca Juniors. El allanamiento en paralelo al que se efectuó en la Bombonera fue en su casa situada en un barrio privado del norte del conurbano bonaerense a media mañana.
Cristian Riquelme siempre estuvo al lado de su hermano mayor, Román. Cuando era adolescente, época en la que jugó en las divisiones de Platense y Racing, fue secuestrado por un grupo de maleantes con los que tuvo que negociar el ídolo de Boca para que lo liberaran. Fue en pleno período de apogeo del Boca de Carlos Bianchi, en el año 2002, justo antes de que fuera vendido al Barcelona de España.
El hermano menor armó las valijas y se fue a vivir a Villarreal cuando el mayor pasó a vestir la número 8 de ese club. Se convirtió paulatinamente en su mano derecha, su confidente y apoyo psicológico permanente. Y luego de su regreso a Boca en 2008 (ya había estado a préstamo en el primer semestre del año anterior para alzar la Libertadores) empezó a trabajar a la par de Daniel Bolotnicoff, agente que manejó a Riquelme después de cortar su vínculo con Marcos Franchi. Asistió a reuniones con directivos de clubes, gestionó contratos por publicidad y hasta le manejó los números. A través de las redes sociales, también adoptó tareas de vocero.
En 2014, Román lidió con el por entonces presidente de la institución Daniel Angelici por la renovación de su contrato. Siempre hermético con la prensa, dio vía libre a Cristian para expresarse públicamente con mensajes que no traían buenos augurios, a días de que expirara el vínculo: “Podrido de la novela que hacen siempre con mi hermano. Que la plata, el tiempo, bla bla... Si le importara tanto la plata no volvía a los 28 años. Se quedaba en Europa hasta pasados los 30 años, no devolvía los sueldos por una lesión ni jugaría un año gratis... Cuánta mentira, ya cansan. Basta de entretener al hincha con tanta mentira por favor”.
Cuando Román decidió participar activamente en la vida política del club, fue Cristian el que acudió a las reuniones con los candidatos a presidente previo a las elecciones de 2019 (Daniel Angelici, que patrocinó a Christian Gribaudo, José Beraldi y Jorge Amor Ameal, por el que finalmente se inclinó). Junto al histórico representante del 10, Daniel Bolotnicoff, negoció las condiciones de sus labores en su nuevo trabajo como directivo y fue su sombra en cada acto político.
Sin un cargo oficializado públicamente en el club, Cristian es prácticamente un integrante más del Consejo del Fútbol compuesto por el Patrón Bermúdez, el Chelo Delgado, Raúl Cascini y Chicho Serna, y nexo de Román para diversos temas diarios de la vida institucional (sobre todo la que gira en torno al Predio de Ezeiza). Oficia de mano derecha. Pone la oreja para alguna descarga y se pone a disposición ante la necesidad de turno. A cuatro meses de los comicios en la Ribera, en los que Riquelme buscará mantenerse en la cúpula dirigencial, la Justicia golpeó la puerta de su hermano.