Riquelme lidera la oposición que pone en riesgo el poder del macrismo en Boca
Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos de la historia de Boca Juniors, integrará una de los dos listas opositoras que competirá mañana en las elecciones del club, como seria amenaza de quitarle el poder al oficialismo por primera vez desde la asunción de Mauricio Macri en 1995. El ex futbolista tricampeón de la […]
Juan Román Riquelme, uno de los máximos ídolos de la historia de Boca Juniors, integrará una de los dos listas opositoras que competirá mañana en las elecciones del club, como seria amenaza de quitarle el poder al oficialismo por primera vez desde la asunción de Mauricio Macri en 1995.
El ex futbolista tricampeón de la Copa Libertadores (2000, 2001 y 2007) y ganador de la Copa Intercontinental 2000 se presentará como vicepresidente segundo del frente “Identidad Xeneize”, que encabeza el ex presidente de Boca Jorge Amor Ameal(2008-2011), acompañado con el empresario periodístico Mario Pergolini.
El oficialismo, con su fracción “La mitad más vos”, postulará al binomio Christian Gribaudo, secretario general de la actual gestión, Juan Carlos Crespi, ex vicepresidente segundo en el primer mandato de Daniel Angelici (2011-2015).
La tercera lista participante (“Unidos para volver a ganar”) tiene como candidato al empresario José Beraldi, que ocupó distintos cargos en Boca entre 2004 y 2011, en compañía de Rodolfo “Royco” Ferrari, ex vicepresidente de la última gestión que renunció hace dos meses por diferencias con el actual presidente.
El comicio se realizará este domingo de 9 a 18 en una carpa de 260 metros cuadrados que estará ubicada en el estacionamiento principal de La Bombonera, con un padrón de 84.004 socios habilitados para sufragar.
Lo harán las personas mayores de 18 años con un mínimo de dos años de antigüedad y que tengan paga la cuota de diciembre. Deberán llevar su respectivo carnet junto al DNI o el pasaporte.
El frente “Identidad Xeneize” debió reimprimir sus boletas en las últimas horas por el pedido de impugnación presentado ante la Comisión Electoral ante la presencia de una agrupación adherente (“Por un Boca mejor”) que se encontraba inhabilitada por no participar de las últimas dos elecciones como marca el estatuto del club.
“En este país hay tres puestos que te dan poder e importancia, el de presidente de la Nación, el de ministro de Economía y el de presidente de Boca”, solía decir el histórico ex presidente “xeneize”Alberto J. Armando.
Será por eso que la elección de mañana, que determinará el nuevo presidente por los próximos cuatro años, pasa los límites de lo deportivo para trascender a la política nacional.
Ya que tiene el condimento especial de la participación del ídolo más grande del club en los últimos treinta años, Riquelme, que como un “Quijote” ante los molinos de viento, lucha para darle el golpe final al poder macrista que se inició en diciembre de 1995.
Es que Macri, actual presidente de la Nación en ejercicio hasta el martes próximo y dándole la razón a la famosa frase del fallecido Armando, cimentó su carrera política en Boca, club que presidió hasta 2007 con notable éxito (seis títulos internacionales y otra media docena local).
Inmediatamente después, Macri fue diputado y después jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, siempre con el manejo de los hilos políticos del club, que se convirtió en la cuna de distintos dirigentes del Pro para la función pública.
“Si el oficialismo no gana las elecciones del domingo puede ser un golpe anímico y político muy fuerte para Macri”, analizó el pretigioso consultor político Rosendo Fraga sobre un presidente que dejará la Casa Rosada 48 horas más tarde.
Las encuestas son favorables a la fórmula opositora de Ameal, Pergolini y Riquelme, que de convertirse mañana en dirigente, tendrá a su cargo todo el departamento de fútbol de Boca y tomará como primera medida la no renovación del contrato del actual técnico Gustavo Alfaro.
La carta del macrismo para no perder Boca está en manos de Cristian Gribaudo, designado hace dos años por el actual presidente Daniel Angelici como heredero de su gestión, buena en materia económica pero seca en títulos internacionales y con el enorme estigma del River de Marcelo Gallardo en series de eliminación directa.
Demasiado peso para Gribaudo,un dirigente de 43 años nuevo en el mundo Boca, al que llegó por su amistad con Angelici y su importante puesto en el IPC de la Provincia de Buenos Aires.
El binomio Beraldi-“Royco” Ferrari es el tercero en disputa e intentará romper la grieta que se formó durante la campaña entre las dos listas con mayores aspiraciones en la elección.
Los fríos números reflejan que casi 85.000 socios decidirá mañana el próximo presidente del club más popular del país, pero la realidad es que se vota más que eso en la llamada “provincia 25” de la Argentina.