EFEMÉRIDE

Se cumplen 25 años del retiro de Diego Maradona: cómo fue su último partido

Fue en un superclásico que ganó Boca 2-1. Diego no jugó bien y en el entretiempo lo reemplazó Juan Román Riquelme. Cuatro días después, anunció que dejaba el fútbol.

Hace exactamente 25 años, se jugaba un superclásico muy especial, porque ambos equipos venían lanzados con la expectativa de ganar el torneo Apertura. El River de Ramón Díaz recibía al Boca de Héctor Veira, que terminó dando vuelta el partido en el segundo tiempo para ganarlo 2-1. Lo que nadie supo en ese momento fue que en el Monumental se acababa de producir el retiro del fútbol del mejor jugador de la historia, Diego Maradona.

Unos meses antes, Maradona había vuelto a quedar en el eje de lo antirreglamentario: el 24 de agosto, en la primera fecha del torneo, ante Argentinos Juniors en la Bombonera, jugó, hizo un gol en la goleada 4-2, pero le tocó ir al control antidoping y su muestra dio resultado positivo.

Luego del debut y doping ante Argentinos, Diego estuvo afuera el partido siguiente, en la segunda jornada (2-2 contra Platense) y regresó una fecha después, ante Newell’s (2-1, con un gol de penal). Luego jugó de manera consecutiva frente a Vélez (0-0) y San Lorenzo (2-1), hasta que una contractura en un partido por la Supercopa, ante Colo Colo de Chile, lo marginó casi un mes.

Lesionado, Maradona no estuvo en las canchas y también se ausentó bastante en los entrenamientos. El equipo los domingos ganaba, pero Boca era noticia por todo el conflicto que rodeaba a Diego, que pudo haber vuelto una semana antes del Superclásico. Sin embargo, eligió esperar unos días más para en la 10ª fecha estar al 100% contra River.

La realidad de aquel Maradona fue muy diferente a la que él mismo pudo haber soñado y todos los hinchas del fútbol imaginado. Su encuentro en el Monumental se redujo a medio partido, porque mostrando un muy flojo nivel futbolístico y físico, fue reemplazado en el entretiempo.

En aquellos 45 minutos iniciales, el capitán de Boca tuvo muy poca participación en el contexto de un encuentro que no ofrecía demasiado brillo y las pocas veces que tocó la pelota, resolvió con pases cortos, pero cuando quiso profundizar, no pudo generar granes réditos para su equipo.

Discutió con rivales, protestó mucho al referí, Horacio Elizondo, y no mostró nada de su magia. Sin embargo, lo que en cualquier otro jugador hubiese sido esperable, en Maradona y en un superclásico llamó la atención: que lo saquen en el descanso. Si hasta ese momento era el mejor 10 de la historia del club, aquella tarde hubo un traspaso simbólico, porque con la número 20 en la espalda lo reemplazó Juan Román Riquelme, de 19 años.

Maradona que estaba a cinco días de cumplir 37, vivió el final del partido con la euforia de un hincha privilegiado que podía compartir vestuario con los jugadores. El gol de Martín Palermo, ganando de cabeza en el área de River bajo un diluvio y poniendo el 2-1, puso una cuota de emotividad que Diego aprovechó para descargarse: “Así me dan ganas de jugar hasta después de los cuarenta”, dijo. 

Pero nuevamente fue sorteado para ir al control antidoping, una nueva ola de rumores lo rodeó, don Diego volvió a sentirse mal y hasta se habló de que había muerto. Y el Diez estalló. Se juntó con sus padres en la casona de Villa Devoto y el 29 de octubre, un día antes de su cumpleaños, sin pompa ni honores, anunció por radio el final de su carrera: “Me voy. Ya no aguanto más. Y este retiro es definitivo. Me lo pidió mi viejo llorando. No puede ser que mi familia sufra tanto con cada control”.