CORONAVIRUS

Brasil comienza a vacunar a los adolescentes en medio de un debate sobre el refuerzo para los adultos mayores

Casi diez mil brasileños que murieron por COVID-19 estaban inmunizados con dos dosis.

Los expertos se dividen entre quienes creen que hay que vacunar a los adolescentes y los que piden dar un refuerzo de tercera dosis para los ancianos. Es que esta semana el estado de San Pablo y otros seis estados decidieron comenzar a inocular a menores de 18 años con enfermedades previas, algo que ocurre en otros países. En la Argentina, también se empezó por aquellos jóvenes con factores de riesgo.

La única vacuna autorizada para adolescentes en Brasil es la del laboratorio Pfizer y existe un pedido ante el ente regulador, Anvisa, para que sea autorizada la CoronaVac en niños y adolescentes de 3 a 17 años.

Científicos locales advirtieron que es preciso completar y reforzar el esquema en los adultos mayores. Por esta razón creen que los adolescentes, que suelen no presentar cuadros graves de coronavirus, podrían esperar nuevos arribos. Incluso porque las personas mayores comienzan a mostrar una caída en su tasa de anticuerpos con cualquier vacuna en torno a los seis meses.

Autoridades paulistas estiman en 42.000 el número de adolescentes que entran en la categoría para ser inmunizados, los cuales deberán acudir a los vacunatorios acompañados de un responsable adulto. La intendencia informó que, al lunes pasado, el 100% de la población adulta de la ciudad, unos 8 millones de personas, ya había recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, y que espera que para fines de octubre ya tengan la segunda.

El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, anunció que el gobierno analiza aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a los grupos de población más vulnerables, entre los que están los “ancianos” y “profesionales de la salud”.

“Todos esperan que después de vacunados se acabe la pandemia. Lamentablemente, este no es el caso. Ninguna vacuna es 100% efectiva“, declaró el infectólogo de la Sociedad Brasileña de Infectología, Marcelo Simão, antes de agregar: ”Las vacunas que estamos usando tienen buenos rendimientos, pero pueden ocurrir fallas“.

Según datos del Ministerio de Salud de Brasil, 9.878 brasileños que murieron por COVID-19 ya estaban inmunizados con dos dosis o con una sola aplicación del inmunizante de Janssen, lo que representa el 3,7% de las 565 muertes desde el inicio de la pandemia. De este total, 8.734 tenían más de 70 años.

En concreto, respecto a la elección entre vacunar a adolescentes o reforzar la inmunización de los ancianos, el médico explica que no hay controversia. “Es una opción gubernamental en función de la cantidad de dosis que tendrá disponibles para ofrecer. Si las autoridades piensan que es más importante proteger a los ancianos en el contexto de la variante Delta, esa es una buena medida. Luego reanudar la vacunación de los adolescentes, no hay problema. Depende de la cantidad de dosis”.