Capitolio
Acusan a 11 personas de conspiración sediciosa por el asalto al Capitolio
Stewart Rhodes, líder del grupo de extrema derecha Oath Keepers, y 10 de sus militantes, han sido acusados de conspirar el asalto al Capitolio de EE UU en 2021.
El Departamento de Justicia de EE UU ha anunciado que un jurado investigador ha acusado a 11 miembros de la agrupación de extrema derecha Oath Keepers, incluido su miembro fundador Stewart Rhodes, de 56 años, por presuntamente haber participado en una conspiración para “oponerse a la transferencia legal del poder presidencial por la fuerza, impidiendo, obstaculizando o retrasando por la fuerza la ejecución de las leyes que rigen la transferencia de poder”.
En este sentido, el jurado sostiene que los acusados participaron durante una conspiración para perpetrar los hechos del asalto al Capitolio en EE UU, donde el 6 de enero de 2021 algunos simpatizantes del presidente saliente, Donald Trump, entraron a la fuerza a la sede del poder legislativo del país, para impedir el proceso de conteo de votos que proclamaría a Joe Biden como presidente electo.
Tras esta acusación, el Departamento de Justicia, que ha tratado de llevar la investigación penal de la insurrección como un evento espontáneo, ahora apunta a que, en realidad los sucesos fueron orquestados desde el final las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020, además de que el cargo de sedición incluye una carga política, aparte de la naturaleza criminal del hecho.
¿QUÉ HICIERON?
La Fiscalía reveló que los acusados mantuvieron conversaciones desconocidas hasta el momento, a través de la plataforma Signal, donde Rhodes presuntamente alentó a la insurrección. “No vamos a pasar por esto sin una guerra civil. Es tarde para eso”, escribió, “No existe una salida política o legal estándar para esto”.
A su vez, los fiscales dicen que Thomas Caldwell, de Oath Keepers, afirmó haber realizado un viaje de reconocimiento por Washington D.C., días previos al 6 de enero. Igualmente, las conversaciones revelaron que habrían “preparado y transportado armas de fuego y municiones”, donde las escondieron en un hotel del estado de Virginia.
Esta se trata de la primera acusación importante que recae sobre las filas de una de las organizaciones que estuvieron involucradas en la insurrección. De acuerdo con medios locales, todos los investigados de estas asociaciones detenidos han sido imputados de “conspirar para entorpecer un proceso legal”, sin embargo, el apellido de sedición nunca ha sido reconocido en los cargos.
CONSPIRACIÓN SEDICIOSA
El cargo de conspiración sediciosa es un delito federal, que se aplica cuando “dos o más personas conspiran” con la finalidad de derrocar al Gobierno, librar una guerra contra el Estado, apoderarse de una propiedad de los Estados Unidos o, como en este caso, obstaculizar por la fuerza el proceso de ejecución de una ley, como las leyes electorales. La pena máxima por este delito es de 20 años de prisión.
Para imputar a alguien con el cargo de conspiración sediciosa, según informa CNN “basta con planificar el crimen, sin ser necesario que se ejecute”. Igualmente, medios estadounidenses apuntan a que este delito conlleva una implicación política, pues su principal característica es la de “desestabilizar” al Gobierno.
A lo largo de los años, la mayoría de los sentenciados por este delito han sido militantes nacionalistas puertorriqueños, aunque también se han documentado casos de comunistas, neonazis y grupos terroristas.