TERRORISMO
Advierten que el riesgo de atentados en Francia es "muy alto"
Así lo afirmó el ministro del Interior, Gerald Darmanin, frente al tumulto que provocó en Francia y en el mundo árabe musulmán el asesinato de un profesor
El gobierno de Francia reforzó esta semana la seguridad en lugares de culto en medio de crecientes tensiones geopolíticas tras la decapitación de un profesor francés que le había mostrado a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma durante una clase sobre libertad de expresión. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, afirmó que el peligro de ataques extremistas en territorio galo todavía es "muy alto".
Darmanin dijo a la radio France Inter que el peligro de ataques extremistas en Francia sigue siendo "muy alto" cinco años después de que miembros franceses de la red islamista Al Qaeda mataron a tiros a 12 trabajadores de la revista satírica Charlie Hebdo en París en respuesta a la publicación de caricaturas de Mahoma.
Los dibujos también desataron protestas en países islámicos en ese entonces, y en algunas de ellas se registraron muertos.
"Tenemos muchos enemigos dentro y fuera del país", señaló esta semana Darmanin a propósito de las marchas y boicots más recientes en países como Turquía, Bangladesh o Pakistán.
Por de pronto la diplomacia de París está abocada a la tarea de apaciguar los ánimos de Turquía y otros países árabes en medio de protestas contra Francia y llamados al boicot de sus productos en respuesta a la postura adoptada por el presidente Emmanuel Macron tras el asesinato del profesor Samuel Paty, el profesor universitario que fue decapitado por un refugiado checheno de 18 años el 16 de octubre pasado.
Varios líderes de Europa, entre ellos Países Bajos, Alemania, Italia, Grecia, respaldaron la posición del presidente de Francia de que la publicación de cualquier caricatura, incluso de Mahoma, el profeta del Islam, está protegida por leyes de libertad de expresión en vigor en su país y en Occidente, pero para una gran cantidad de musulmanes estas representaciones resultan sacrílegas.
El rechazo a los dibujos de Mahoma llegó a provocar situaciones violentas hasta llegar al asesinato, como en el caso de Paty.
En una escala menor, unos 10.000 miembros de un partido islamista se manifestaron contra Macron en Daca, capital de Bangladesh, donde quemaron una pancarta con su rostro cruzado con una "X" y una maqueta del Presidente con tres zapatos colgados alrededor de su cuello en señal de insulto.
Los manifestantes marcharon por las calles con carteles que pedían un boicot a productos franceses y llamaban a la unidad del Islam, pero fueron detenidos por la policía antes de llegar a la embajada de Francia.
En Francia, la policía nacional anunció este martes un incremento de la seguridad alrededor de lugares religiosos con motivo del Día de Todos los Santos, que se celebra el próximo domingo, luego de detectar un creciente número de amenazas en la web tanto contra cristianos como contra musulmanes moderados.
Darmanin ratificó los planes de disolver organizaciones islámicas que pregonen visiones radicales o tengan financiamiento extranjero, al tiempo que acusó a Turquía y Pakistán de "entrometerse en los asuntos internos de Francia", un día después de que Pakistán convocara al embajador francés para quejarse por las caricaturas de Mahoma.
"Hay una batalla contra la ideología islamista. No debemos ceder. Pero la fe musulmana tiene todo su lugar en la República", afirmó el funcionario de Emmanuel Macron.
Días atrás el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llamó a boicotear los productos franceses y cuestionó la estabilidad mental de Macron, tras lo cual Francia llamó a consultas a su embajador en París.
Las tensiones entre ambos países escalaron en meses recientes por la participación de Turquía en conflictos en Siria, Libia y en la región caucásica de Nagorno Karabaj, territorio en disputa entre Armenia y Azerbaiyán, y su nueva disputa pronto se propagó a otras naciones del mundo musulmán, así como de Eruopa.
Países como Qatar y Jordania comenzaron a retirar los productos franceses de las góndolas, mientras que en los territorios palestinos de Gaza, en Túnez, Siria y Senegal hubo manifestaciones para denunciar los "ataques al islam" de Macron.
En los últimos días, decenas de sitios web franceses sufrieron ataques de piratas informáticos, que publicaron mensajes de propaganda islamista.
Este martes la Unión Europea (UE) advirtió que la postura de Erdogan contraviene a los acuerdos comerciales existentes con Turquía y podría perjudicar sus esfuerzos de larga data de adherirse al bloque comunitario.
"Un boicot solo servirá para alejar todavía más a Turquía de la UE", sentenció el vocero de la Comisión Europea (CE), el Ejecutivo del bloque, Balazs Ujvaris.
Mientras tanto, en la misma jornada la Cancillería de Irán convocó a un diplomático francés y le dijo que la respuesta de Francia al asesinato de Paty era "imprudente" y que el Gobierno de Macron alentaba el odio hacia el islam bajo el disfraz de un apoyo a la libertad de expresión, informó la TV estatal iraní.
En Arabia Saudita la agencia de noticias oficial SPA publicó un comunicado de la Cancillería que "rechaza cualquier intento de vincular el islam al terrorismo y denuncia las ofensivas caricaturas del profeta", y en Qatar el Gobierno condenó lo que describió como "una dramática escalada en la retórica populista" incitando al odio y la hostilidad contra los casi 2.000 millones de musulmanes del mundo.
El Parlamento de Pakistán aprobó una resolución de condena a las caricaturas de Mahoma, según informaron medios locales, y sumó así su adhesión a la indignación generalizada.