el plan B
Alemania ya inauguró su primera terminal de gas natural licuado
Alemania inauguró hoy su primera terminal de gas natural licuado (GNL), construida en un tiempo récord ante el objetivo de cortar la dependencia de los hidrocarburos rusos tras la invasión en Ucrania.
El jefe del gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz, inauguró la instalación en el puerto de Wilhelmshaven, en el mar del Norte. "Es un buen día para nuestro país y una señal para el mundo entero de que la economía alemana podrá seguir siendo fuerte", declaró Scholz a bordo de un buque.
El navío metanero, conocido como unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FRSU), fue bautizado como "Hoegh Esperanza".
La terminal, ya cargada con gas de Nigeria y que puede abastecer 50.000 hogares durante un año, empezará el suministro el 22 de diciembre.
Alemania planea la apertura de otras cinco terminales de GNL financiadas por el gobierno en los próximos meses, además de una infraestructura privada, indicó la agencia de noticias AFP. Todas estas terminales juntas deberían suministrar 30.000 millones de metros cúbicos de gas cada año a partir del próximo año, lo que supone un tercio de las necesidades totales del país.
Hasta ahora, Alemania no disponía de estas terminales y un 55% de su suministro dependía en el gas barato enviado por gasoductos desde Rusia. Pero desde la invasión de Ucrania, las entregas a Alemania cayeron y Berlín se vio obligado a recurrir a GNL procesado en puertos de Bélgica, Francia y Países Bajos, pagando una prima por los costos de transporte.
El gobierno decidió invertir para construir sus propias instalaciones lo más pronto posible y gastó miles de millones de euros en hacerse con estas unidades de almacenamiento y regasificación. Sin embargo, Alemania todavía no ha firmado ningún contrato importante a largo plazo para asegurar el abastecimiento de estas terminales a partir de enero.
Existe un contrato con Qatar para abastecer la terminal de Wilhelmshaven, pero las entregas no están programadas hasta 2026. Los proveedores quieren contratos a largo plazo, pero Alemania no quiere ese tipo de acuerdos, ya que aspira a alcanzar la neutralidad de carbono en 2045.
Inicialmente, la principal economía de la Unión Europea (UE) puede verse forzada a comprar GNL de mercados al contado, lo que implicará precios más elevados para los consumidores.