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Alexander Yui, vicecanciller de Taiwán: “Estamos aprendiendo de Ucrania para defendernos”
Alexander señaló que China pretende cambiar el actual “orden mundial” y atentar contra las democracias. Se mostró confiado en la capacidad de la isla de rechazar un ataque pero advirtió que una guerra provocaría desabastecimiento de chips: “El reloj del mundo pararía
El viceministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Alexander Tah-ray Yui, advirtió que el mundo deberá enfrentar consecuencias económicas sin precedentes si China continental decide finalmente invadir la isla nunca gobernada por el régimen comunista nacido en 1949. “El impacto económico mundial de una guerra en Taiwán sería mucho más grande de lo que es en Ucrania”, sentenció. Es que por el estrecho que separa a la isla del continente circula gran parte del comercio marítimo planetario y en su país se desarrolla una de las industrias más importantes de la actualidad: la de los microprocesadores o chips.
Fueron varios los temas que se trataron durante los 25 minutos de conversación con el vicecanciller, un experto en América Latina, donde ejerció como embajador de Paraguay (2015-2018) y Consejero Político en la sede diplomática de El Salvador (2003-2009). Los conocimientos de Yui sobre la región no se limitan únicamente al relacionamiento diplomático: en 1988 realizó un Máster en Literatura Española en la Universidad de Texas y dedicó la mayoría de su carrera al estudio del hemisferio desde su cancillería y desde organizaciones no gubernamentales. En Taipei se desempeñó hasta 2021 como Director General del Departamento de Asuntos de América Latina y el Caribe, año en que fue convocado a ocupar el actual cargo.
Durante la entrevista, se refirió principalmente a un tema que preocupa no sólo a los taiwaneses, sino también a todo el planeta: la amenaza del régimen chino a su país. “Siempre existió la posibilidad de una guerra”, dijo el funcionario y remarcó que la invasión de Rusia a Ucrania hizo posible que todo el mundo prestara atención a lo que podría hacer Beijing.
Yui es claro: llama “régimen autoritario” a la conducción de Xi Jinping y lo resalta en todo momento. También señala que China continental “es una amenaza para el orden mundial” que Beijing está tratando de cambiar junto a Rusia.
El vice canciller taiwanés también habló de las consecuencias que tendría una invasión ordenada por Xi Jinping a su país. “En cuanto a los valores, Taiwán está en el frente de la defensa de la democracia y la libertad, tal como Ucrania en Europa. Taiwán es la primera fila en contra de la hegemonía china en contra de las libertades y las democracias. A nivel económico, Taiwán es una parte íntegra de la cadena de producción mundial. Hoy en día las máquinas serían europeas, americanas, los materiales serían japoneses, el diseño sería americano, pero los productos son made in Taiwán”.
Yui hizo especial énfasis en la importancia que tiene para la producción económica global el liderazgo que Taiwán ostenta en la fabricación de los microprocesadores -los más avanzados del mundo- que, de caer en manos del régimen de Beijing, representaría un grave riesgo para las democracias. Pero sobre todo, una invasión a gran escala pondría en peligro el suministro, lo que causaría una crisis económica sin precedentes, mucho mayor a la que provocó la invasión de Rusia a Ucrania. “El reloj pararía”, graficó.
Consultado sobre las posibilidades militares, explicó que en los últimos años se estuvieron preparando activamente tanto interna como externamente y que su gobierno estuvo comprando armas sofisticadas para repeler agresiones, pero que sobre todo en el último año observaron el escenario internacional con Kiev como foco. “Estamos aprendiendo muchas lecciones en lo que sería la defensa de nuestra patria”, indicó.
América Latina también fue un tema de discusión. No tiene dudas de que Beijing interfiere en toda la región para que las relaciones diplomáticas de Taiwán no prosperen. Honduras es un claro ejemplo -y reciente- de ese acoso constante. Pero advirtió además que los países latinoamericanos deberían tener cuidado en las promesas que hace el régimen de Xi -y recordó el Gran Canal de Nicaragua- que nunca cumple una vez que logra que no haya relaciones con Taipei.
Entrevista A Alexander Yui, Viceministro De Asunto Exteriores De Taiwán
—¿Por qué cree que luego de años de relativa estabilidad en las relaciones entre Beijing y Taipéi China continental empezó un acoso sistemático y permanente contra Taiwán?
—Mire, como usted sabrá el objetivo final de la China Popular de absorber a Taiwán, de tomarlo como suyo, de aniquilar el sistema político que tenemos en Taiwán, ese objetivo nunca ha sido alterado. Siempre, desde que la República China se transfirió a Taiwán, ha sido su objetivo final. Sí, en su momento hubo batallas navales, duelos aéreos donde trataron de conquistar a Taiwán en los ‘50 pero nuestras tropas los detuvieron en la isla de Quemoy que estaba al otro lado de la ciudad de Xiamen en China Popular. Pero ese objetivo nunca lo han dejado. Hubo períodos en donde China Popular quiso desarrollar su economía, y de hecho los taiwaneses, los empresarios fueron muy indicadores, participaron plenamente, ellos tienen mucho que ver con el auge, la prosperidad económica e industrial de China en los ‘80. Entonces ahora el régimen autoritario de Xi Jinping profesa la realización del sueño chino, la grandeza china, la hegemonía china en el mundo. Y también tiene en sus sueños conquistar a Taiwán a las buenas o a las malas. A las malas siendo por la vía militar. Los últimos años han sido mucho más agresivos no solamente hacia Taiwán sino a nivel mundial como ustedes lo habrán visto. Entonces para muchos países hoy en día China Popular es un contrincante, es una amenaza en el sistema de ellos, en el sistema de mercado, es una amenaza para el orden internacional que está regido por reglas y esta China Popular está tratando de cambiar todo eso.
—¿Teme Taiwán un intento de invasión de China continental en lo inmediato? ¿Está preparado para eso? ¿Teme es el verbo indicado, es más una preocupación, un temor?
—El objetivo de ellos de conquistar Taiwán nunca ha cambiado. Posibilidades de guerra siempre han existido, solamente que a partir de la invasión de Rusia a Ucrania y partir de la visita de la presidenta de la Cámara de Diputados de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en agosto del año pasado es que el mundo entero ha puesto más la atención a la situación de Taiwán o el Estrecho de Taiwán. China Popular quiere aislarnos, quiere sofocar nuestro espacio internacional, quiere sofocar la vida que tenemos, los que respetamos la democracia, la libertad. Incluyendo, como ustedes sabrán, en estos últimos días el tema de Honduras. Está cortejando a Honduras prometiéndole toda clase de cosas para que ellos cambien su reconocimiento diplomático de Taiwán hacia China Popular, creyendo que eso aún más va a aislar a Taiwán en la escena internacional. Esto no puede estar más alejado de la verdad. Mientras Honduras aparentemente se está alejando de Taiwán hoy en día está en Taiwán de visita la ministra de Educación del gobierno federal de Alemania (Bettina Stark-Watzinger). Está una delegación de diputados de la Cámara Baja de Inglaterra. Hoy se anunció la llegada en unos días la presidenta de la Cámara de Diputados de la República Checa con una delegación de 160 miembros, funcionarios de gobierno, academia, diputados, prensa, etcétera. Es la delegación más grande que hemos tenido. Está aquí una delegación paraguaya. Recién nos visitó una delegación de Kosovo, de Rumania, de Macedonia. Países que antes sonaban extraños, lejos acá, hoy en día más y más países están más cerca de Taiwán. Lo que está tratando de hacer China Popular de aislarnos en realidad no le está funcionando.
—Ahora, eso podría ser interpretado como un círculo vicioso por parte de China continental que podría creer que es una provocación, ¿no cree?
—Bueno, la provocación no la estamos haciendo nosotros, nosotros queremos… Provocación fuese que nosotros hubiéramos sido parte de la República Popular China y nosotros hubiésemos salido y después ellos quieren recuperar terreno perdido, eso sería una cosa. La República Popular China nunca administró, nunca controló la isla de Taiwán. Si me permite sería como si Argentina de repente hoy día dice ah, es que Uruguay fue nuestro. Hoy demando que Uruguay sea una provincia de Argentina. Es casi lo que están haciendo ellos ahora. Pero eso está muy lejos de la verdad.
—Viceministro, ¿qué consecuencias inmediatas traería para el resto del mundo un intento de invasión de China a Taiwán?
—Bueno, primero por la parte de valores. Taiwán está en el frente de la defensa de la democracia y la libertad tal como Ucrania lo está haciendo en Europa. Taiwán es la primera fila en contra de la hegemonía comunista china hacia las libertades, hacia las democracias. A nivel económico Taiwán es una parte íntegra de la cadena de producción mundial, de tecnología, de artículos del mundo. Hoy en día las máquinas serán europeas, americanas, los materiales serán japoneses, el diseño será americano, pero los productos son Made in Taiwán. Semiconductores: una gran parte de los semiconductores están hechos en Taiwán. Entonces eso podría causar una gran revuelta en el comercio internacional si ocurriera un acto bélico en Taiwán. El Estrecho de Taiwán en sí también es una vía importante en el comercio internacional, entonces cualquier disrupción en esta parte tendría repercusiones aún mucho más grandes de lo que está ocurriendo en Ucrania.
—Usted hizo referencia varias veces a Ucrania y a la situación que está viviendo el pueblo ucraniano. ¿Cree que de producirse un intento de invasión, una agresión militar por parte de China, Taiwán está en las mismas condiciones que Ucrania de defenderse?
—En ese sentido Taiwán se está preparando desde siempre. Es decir, nosotros hemos estado fortaleciendo nuestras defensas militares desde que el gobierno nacionalista ha estado en la isla. El gobierno democrático de la República China está hoy día sufriendo estas amenazas. Hemos también reforzado a nivel doméstico nuestra industria de defensa pero también adquiriendo armas modernas de otros países amigos. Esa preparación es activa y también estamos aprendiendo de las ofensivas de la guerra que está ocurriendo en Ucrania. Aprendiendo la manera de defendernos, o sea, es un país grande invadiendo a uno pequeño, sería algo similar. Entonces estamos aprendiendo muchas lecciones de lo que es la defensa de nuestra patria. Por esa misma razón más y más países... por ejemplo, cuando hay una cumbre del G7, cuando hay una cumbre en el Sudeste de Asia, la semana pasada los mandatarios de Gran Bretaña y Francia se reunieron, todos hablaron, Japón, etcétera, todos hablaron de la importancia de la paz y estabilidad del Estrecho de Taiwán, que ellos no quieren ver un cambio unilateral al status quo del Estrecho de Taiwán poniendo una parte en ningún lado y que tiene que respetar el derecho, la voluntad de los pueblos.
—Se confirmó que en los próximos días el ex presidente taiwanés Ma Ying-jeou visitará varias ciudades de China continental. ¿Cómo califica Taipéi esta visita y si cree usted que existe la posibilidad de un diálogo abierto con Xi Jinping teniendo en cuenta todas estas agresiones?
—Bueno, primero el señor presidente Ma Ying-jeou, el ex presidente jubilado, un presidente, le informó a nuestro gobierno su intento, su intención de ir a China Popular para visitar su tierra natal. Nuestro presidente, nuestro gobierno también ha mencionado que con el COVID-19 ya en una manera menos desafiante para nuestra salud entonces también hemos expresado la buena voluntad que hubiera más intercambio entre Taiwán y la China Popular. La visita del señor presidente Ma atiende a eso, él va como ciudadano privado, o sea, él no va llevando ningún mensaje del gobierno. Pero nosotros, el presidente Tsai ha señalado en su discurso al comienzo del año que estamos siempre listos para dialogar con China Popular siempre y cuando la mesa esté, o sea, hablemos de una manera equitativa, de mutuo respeto, y siempre respondiendo al respeto, a la voluntad de Taiwán. La presidenta, si me deja leer, había mencionado cuatro insistencias como una base mínima, requerimientos mínimos para entablar diálogo entre China Popular y Taiwán. Ella mencionó las cuatro insistencias. Es la insistencia en un sistema democrático y libre; la insistencia que la República China y la República Popular China no se pertenecen mutuamente el uno al otro; insistir que la inviolabilidad de la soberanía nuestra; también insistir que el futuro de la República China en Taiwán obedece a la voluntad general del pueblo de Taiwán. Bajo ese esquema nosotros estamos preparados para dialogar, para cumplir con la paz y estabilidad del Estrecho de Taiwán. Estamos dispuestos a dialogar con China solo si ellos respetan lo que acabo de mencionar.
—Viceministro, Taiwán es un claro ejemplo de que el sistema democrático puede funcionar en Asia pese a lo que muchos dicen, que es un tema cultural.
—Claro.
—También otros países son claros ejemplos de esto como Japón y Corea del Sur, entre otros. ¿Cómo es el vínculo de Taiwán con estos países democráticos teniendo en cuenta la amenaza china?
—Bueno, mire, somos países afines. Pensamos y valoramos los mismos principios. Mencionó usted libertad y democracia. Y por eso en muchos sentidos estos países también ven a China Popular como una posible fuente de inestabilidad en el área y tanto Corea como Japón han mencionado varias veces esa inquietud de que el Estrecho de Taiwán debe preservarse la paz y la estabilidad como mencioné y que en ningún lado debería hacerse un cambio unilateralmente. Entonces con Japón somos vecinos y coordinamos muy bien con Japón. Con Corea, bueno, somos socios comerciales, también hay una relación creciente con Corea.
—¿Y esa relación incluye lo militar?
—No, militarmente todavía no. Pero sí hay mucho diálogo especialmente entre nosotros y Japón por la cercanía, obviamente que somos vecinos, estamos prácticamente uno al lado del otro.
—Estados Unidos siempre se ha mostrado cercano y amigo de Taiwán, ¿cree que sin esta cercanía, sin esta amistad, sin estos lazos Beijing ya hubiera intentado alguna acción militar más concreta en el último tiempo contra Taipéi?
—Bueno, mire, la defensa de Taiwán es responsabilidad de todos los taiwaneses. La defensa de nuestra patria… Pero igualmente entre más amigos nos apoyan y más amigos le expresan a China Popular su desacuerdo a esa intención latente posible de conquistar Taiwán por medios militares... (cuántos) más amigos que están con nosotros, menor el riesgo, menor la posibilidad de que China intente una escapada militar hacia Taiwán. Entonces el apoyo que Estados Unidos ha mencionado una y otra vez hacia Taiwán en el sentido que, bueno... ellos también por ley, el Taiwán Relations Act, que fue aprobado por el Congreso estadounidense en 1979, Estados Unidos tiene que proveer adecuadamente, vendernos armas de defensa para que Taiwán tenga suficiente poder para defenderse. Entonces sí, también tenemos mucha buena coordinación, mucho diálogo a nivel militar con Estados Unidos también.
—Taiwán tiene oficinas culturales y de comercio en toda América Latina pero con pocos países tiene lazos diplomáticos formales. ¿Cree que esto se debe a una interferencia constante de Beijing en la región?
—Eso es obvio. Si no hubiese interferencia de Beijing ya tendríamos nuestra embajada en Buenos Aires (risas). Pero eso cae en este jaleo. Como nosotros lo hemos mencionado a países amigos diplomáticos, como por ejemplo últimamente Honduras. Para China Popular su interés en estos países que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán es sacar a Taiwán de ese país. Es un tablero de ajedrez y estos países lamentablemente son estas fichas que ellos están jugando. Una vez que quitan esa ficha del tablero ya no tienen interés. Ellos les han prometido muchas cosas, habrá leído sobre el Gran Canal de Nicaragua, cuando El Salvador estaba siendo tentado por los chinos populares y una compañía china estableció una compañía en El Salvador que iba a cambiar el rostro del Este, la parte de la Unión del Salvador iba a construir aeropuertos, muelles, puertos, zonas industriales, iba a hacer de todo, iba a transformar tecnológicamente a El Salvador. Pero una vez que pusieron la embajada esa compañía desapareció. Hay unos y otros ejemplos. Pero con países como Brasil, Argentina, Chile, México, nosotros queremos ser y somos socios relevantes. Queremos incrementar esta relación pragmática con estos países además de la económica, cultural, científica, tecnológica. Queremos tener estas relaciones pragmáticas con los países. Nosotros no estamos en posición de echar a la República Popular fuera de Argentina, sí podemos convivir en Argentina estamos bien, pero la posición de China Popular no es así lamentablemente. Ellos son excluyentes. Nosotros queremos ser incluyentes.
—Viceministro la última pregunta. Hay analistas que creen que la verdadera obsesión de Beijing con Taiwán es su poderosa industria de microprocesadores, que usted nombró al inicio de esta charla. ¿Está en riesgo esa industria que es vital para el funcionamiento de la economía mundial si cae en manos de Beijing?
— Obviamente, sí. Por eso yo le mencionaba al principio... la defensa de Taiwán aunque cae en los hombros nuestros, Taiwán es económicamente y por valores mucho más relevantes en el sentido que, bueno, que lo que está pasando en Ucrania. O sea, el impacto de una guerra entre Taiwán y China Popular, el impacto económico a nivel mundial sería mucho más grande que lo que está ocurriendo en Ucrania, que muchos países están sufriendo por el tema energético, por el tema de fletes. Pero pararía el mundo sin chips y los semiconductores... básicamente el reloj pararía. Y por eso está la alusión, por eso está la preocupación de muchos países industrializados, países, bueno, en todas partes del mundo diciendo China Popular no debe tentarse en arriesgarse en una guerra hacia Taiwán porque primero afecta la economía mundial y lo que está haciendo va en contra de valores y principios democráticos. Y también afecta, bueno, afecta a todo el mundo. Por eso es relevante Taiwán en ese sentido.
—Viceministro de relaciones exteriores de Taiwán Alexander Tah-ray Yui muchísimas gracias por este contacto.
—Es un placer charlar con usted hoy día. Infobae