vergüenza
Biden admitió que no tiene pruebas de que el globo chino fuera para espiar
Dijo que los artefactos derribados recientemente probablemente pertenecían a empresas privadas o instituciones recreativas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que, según datos de inteligencia, los globos derribados en las últimas semanas “probablemente” pertenecían a empresas privadas o “instituciones recreativas” y no al espionaje chino, como se atribuyó inicialmente, y dijo que quería hablar sobre el tema con su colega de China, Xi Jinping.
“Probablemente eran globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación”, dijo el mandatario en relación con los cuatro artefactos detectados sobre el espacio aéreo de Estados Unidos y destruidos por aviones militares.
El jefe de la Casa Blanca atribuyó esa novedad a datos suministrados por los organismos estadounidenses de inteligencia y explicó que ordenó el derribo de esos aparatos “por precaución”, debido al peligro que suponían para el tránsito aéreo comercial y porque en ese momento no se podía “descartar el riesgo de vigilancia” sobre “instalaciones sensibles”.
Guerra fría
Asimismo, Biden sostuvo que quería evitar una "guerra fría" con China tras la destrucción de su globo y aseguró que su gobierno seguirá "hablando" con el de Beijing.
"No queremos una nueva guerra fría, seguiremos hablando con China, espero hablar con el presidente Xi y llegar al fondo de esto, pero no me disculpo por haber hecho derribar el globo", señaló el presidente.
El mandatario hizo esas afirmaciones en una conferencia de prensa en la que anunció que Washington pondrá en marcha un plan de acción para registrar la eventual aparición de nuevos objetos aéreos sobre su territorio y destruirlos, después de los incidentes ocurridos en las últimas semanas. “Si algún objeto representa una amenaza para la seguridad de los estadounidenses, lo derribaré”, advirtió.
Inventario
Biden precisó que ordenó al Departamento de Seguridad Nacional que haga un inventario de los drones sobre el espacio aéreo estadounidense y aumente la capacidad de detección de ellos. Agregó que instruyó a los funcionarios competentes para que actualicen las normas que regulan la posesión y el lanzamiento de objetos aéreos no tripulados. El presidente dice que habló con sus aliados sobre el programa de espionaje que, según él, lleva a cabo China.
Asimismo, subrayó que el secretario de Estado, Antony Blinken, se encargará de “establecer normas globales comunes en este aspecto, en gran parte no regulado”, según las agencias de noticias AFP y Europa Press. El mandatario argumentó que con esas instrucciones procura distinguir “entre aquellos (objetos voladores) que probablemente planteen riesgos de seguridad y requieren acción, y aquellos que no”.
“Estos pasos conducirán a cielos más seguros para nuestros viajeros aéreos, nuestro Ejército, nuestros científicos y también para las personas en tierra”, remarcó. Biden sostuvo que no hubo un “aumento repentino” de objetos aéreos sospechosos sino que la detección de varios de ellos en las últimas semanas se debió al aumento de las tareas y de la capacidad de los radares para identificarlos. "No tenemos pruebas de que haya habido un aumento repentino en la cantidad de objetos en el cielo pero los vemos más," señaló.
Relación tensa
Las relaciones entre Estados Unidos y China se tensaron en las últimas semanas, luego de que Biden ordenara el 4 de este mes derribar un objeto al que el Pentágono calificó entonces como un “globo espía chino”. La Armada de EE.UU. publicó este martes varias fotos de la recuperación de los restos del globo chino, que las fuerzas armadas estadounidenses derribaron en aguas próximas a Carolina del Sur
Beijing reconoció que el artefacto le pertenecía, pero aseguró que se trataba de un dispositivo meteorológico que se desvió de su trayectoria, y acusó a la Casa Blanca de sobreactuar y de uso innecesario de la fuerza armada. Tras ese primer incidente se derribaron otros tres objetos en América del Norte, pero Washington no logró identificar su procedencia.
El vocero del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, siglas en inglés), John Kirby, admitió el martes que Washington no tenía “ningún indicio” de que los últimos tres globos derribados fueran de origen chino o tuvieran propósito de espionaje.
Podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos”, dijo entonces Kirby, aunque sostuvo que China está llevando adelante un “programa deliberado y bien financiado” para espiar con globos a Estados Unidos y otros países.
Las últimas tres operaciones de derribo se llevaron a cabo en nombre de la seguridad del transporte aéreo, dado que estos "objetos" volaban a altitudes cercanas a las de los aviones, dijo Kirby.
Los restos de estos "objetos" voladores serán analizados para determinar su naturaleza, uso y origen, pero es difícil recuperarlos porque cayeron sobre aguas heladas o en zonas remotas, afirmó el vocero del NSC.