CONFLICTO MUNDIAL

Biden y Macron hablaron sobre el conflicto ucraniano

En este sentido, el mandatario estadounidense espera continuar conversando con más líderes europeos sobre el asunto.

La posibilidad de un conflicto en la frontera que une Rusia y Ucrania fue el eje de la conversión que mantuvo hoy el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con su par francés, Emmanuel Macron, y también será el tema de conversaciones que mantendrá esta semana con otros líderes europeos, informó la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.

"El presidente habló con el presidente Macron esta mañana", anunció Psaki en conferencia de prensa, según informó la agencia de noticias Sputnik.

En la misma línea, la vocera anticipó que se espera que Biden converse con otros líderes europeos a medida que avance la semana.

Este diálogo entre Biden y Macron se produjo dos días después de que el presidente estadounidense mantuviera un encuentro presencial con el jefe de Gobierno alemán, Olaf Scholz, y de sendos encuentros de Macron con sus pares de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodimir Zelenski.

Durante la conversación del lunes pasado, Putin y Scholz acordaron que un ducto construido por Rusia para llevar gas a Europa a través de Alemania no se pondrá en funcionamiento si ese país invade a Ucrania.

“Si Rusia invade, es decir si tanques y tropas vuelven a cruzar la frontera con Ucrania, ya no habrá Nord Stream 2", advirtió Biden entonces, usando el nombre del gasoducto.

En paralelo, el lunes pasado, Macron mantenía conversaciones con Putin, en Moscú, y al día siguiente, se reunió en Kiev con su homólogo ucraniano, Zelenski.

Mañana, en tanto, se prevé que los asesores políticos del Cuarteto de Normandía, integrado por Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, se reúnan en Berlín para debatir sobre la situación en el este de Ucrania.

Las tensiones en torno a Ucrania se agravaron en los últimos meses, luego de que las potencias occidentales expresaron su preocupación por la concentración militar rusa en la frontera ucraniana.

Rusia, que es acusada de haber desplegado decenas de miles de soldados en la frontera ucraniana en vistas a una invasión, rechaza esas sospechas, defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente.

Asimismo, insta a Estados Unidos y sus aliados a impedir que Ucrania y otras naciones exsoviéticas se unan a la OTAN, detener los despliegues de armas allí y hacer retroceder a las fuerzas de la OTAN en Europa del Este.