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Bolivia: por la escasez de reservas, hay grandes filas para comprar dólares y crece el temor de una corrida

La falta de liquidez pone en jaque al gobierno de Luis Arce. Crece la presión para implementar medidas económicas más ortodoxas. Cuál es el impacto en la Argentina.

La falta de liquidez está generando un fuerte nerviosismo en Bolivia. La escenografía parece calcada de la castigada economía argentina, pero está afectando cada vez más a un país que, hasta hace muy poco, presentaba envidiables indicadores como un bajísimo índice de inflación, el menor de la región.

Desde hace varias semanas, miles de ahorristas se lanzan a comprar dólares ante la fuerte escasez de divisas y los crecientes temores que inundan el escenario financiero. Se observan largas filas en los bancos todos los días y las expectativas no son buenas. Hay pocos billetes verdes a disposición y las especulaciones crecen. Por temor, los ahorristas se refugian en la divisa estadounidense, como sucede en la Argentina.

“Hoy hay una mayor demanda que la oferta disponible. Es probable que esto continúe en las próximas semanas”, dijo el economista boliviano José Gabriel Espinoza.

Esta nueva realidad puede tener pronto un impacto en la Argentina. Bolivia se había vuelto una fuente de divisas para el norte argentino a través del contrabando en ambos sentidos. “Si tuviésemos una modificación cambiaria, es probable que una parte de los flujos comerciales no registrados se vayan cortando y habrá una mayor presión de ingresos al norte argentino”, señaló el analista.

Por qué en Bolivia faltan dólares

Hasta hace poco, Bolivia era noticia por sus buenos resultados económicos. Un tipo de cambio fijo desde 2011, aunque bajo un régimen de flotación, estabilidad económica, un crecimiento de alrededor de 4% anual y una inflación de 3,1% en 2022, aunque todo matizado por un contexto de elevada informalidad laboral y pobreza.

Pero todo cambió. Hoy en el país del altiplano se empezó a hablar de algo que hasta fines del año pasado era impensable: el dólar.

La demanda de dólares comenzó a notarse a fines de enero. “Hay una demanda que está superando sistemáticamente a la oferta. Esto está relacionado con expectativas exacerbadas a partir de medidas tomadas por el Banco Central desde fines de diciembre y que tenían que ver con la necesidad urgente de captar reservas en poder del público”, dijo Espinoza.

Hasta entonces, las reservas internacionales eran alimentadas por las exportaciones de gas, pero la guerra en Ucrania provocó un problema de difícil solución para el país: los ingresos no alcanzan para cubrir los egresos por importaciones de hidrocarburos.

En ese marco, las reservas internacionales llegaron a niveles críticos. El último informe divulgado el 8 de febrero mencionó que solo hay US$370 millones de disponibilidad inmediata (las totales ascienden a US$3538 millones). Hay una importante reserva de oro, pero se requiere la aprobación del Congreso para utilizarla. “Esto deja al país en una posición de falta d liquidez muy complicada”, advirtió el economista.

Cuáles son las medidas del Banco Central de Bolivia que preocuparon a los ahorristas

Hasta el año pasado, los ahorros estaban en su enorme mayoría depositados en bolivianos, la moneda nacional. Pero una serie de medidas encendieron todas las alarmas. La primera fue el llamado “bono remesa”. El Banco Central empezó a captar las divisas que los emigrados envían a sus familias desde el exterior.

Luego, se estableció un tipo de cambio preferencial para que los exportadores liquiden sus divisas a través del Banco Central, a un precio más alto, de 6,95 bolivianos (contra 6,86 del valor de plaza). “Esto tiene muchas similitudes con herramientas usadas en la Argentina. Entonces, se posicionó la idea de que en Bolivia se estaba rompiendo una de las condiciones básicas del régimen del tipo de cambio”, dijo Espinoza.

Bolivia tiene un régimen de cambio que se mantuvo fijo desde 2011, aunque en realidad se mueve con un esquema de bandas de flotación. Es un tipo de cambio único para todos los agentes económicos.

Estas medidas causaron fuerte preocupación. En su último informe, la calificadora Fitch Ratings otorgó a Bolivia una calificación de riesgo de B a B-, lo que “refleja el agotamiento de sus reservas de liquidez externa”. Esto ha incrementado la “incertidumbre a corto plazo y los riesgos macroeconómicos”, detalló el reporte.

Como en la Argentina, muchos importadores no consiguen divisas

La situación es hoy de gran incertidumbre. La boliviana sigue siendo una economía que depende mucho de las importaciones. En este contexto, hoy muchos importadores esperan recibir divisas y llevar adelante sus operaciones. Incluso, hay problemas en los pagos de usuarios comunes en sus compras en el exterior. Igual que en la Argentina.

Para Espinoza, “la necesidad de dólares es latente y creciente. A eso hay que sumarle las preocupaciones del público, con el efecto de atesoramiento que se ha generado a partir de estas dificultades del gobierno. Hay mayor demanda que la oferta disponible”, dijo.

En este marco de crisis vienen creciendo las presiones para que el presidente Luis Arce adopte medidas más ortodoxas que van en contra de la ideología del gobierno que responde al Movimiento al Socialismo (MAS). Entre ellas, “acercarse a fondos multilaterales, como el FMI, la reducción del gasto público y del programa de inversiones públicas y muy probablemente la modificación de los esquemas de subsidios a hidrocarburos”, mencionó el economista.

Cuál será el impacto en la Argentina de la crisis cambiaria en Bolivia

La crisis boliviana tendrá inexorablemente un impacto en la Argentina, en especial en la economía informal. Para Espinoza, “Bolivia se había vuelto una fuente de divisas para el norte argentino e incluso para algunas regiones del centro del país. Por un lado, se habla mucho de algunos flujos de comercio ilegal de granos argentinos tratando de esquivar las retenciones y por otro hay un gran flujo de productos que vienen de la Argentina a Bolivia de contrabando”, indicó.

Esta situación se había vuelto una fuente de divisas para Argentina. Incluso, comerciantes del norte argentino habían comenzado a ahorrar en bolivianos y cuando tenían una cantidad importante cruzaban la frontera y los cambiaban por dólares. “Se va a alimentar menos el circuito argentino con dólares”, dijo Espinoza.

Para el analista, si ocurre una corrida cambiaria en Bolivia “es probable que una parte de esos flujos comerciales no registrados se vayan cortando y habrá entonces una mayor presión de ingresos al norte argentino”.

Lo mismo sucederá con los bolivianos que viajan a la Argentina con dólares, los cambian en el mercado informal y traen productos a Bolivia, legalmente o de contrabando.

El expresidente Evo Morales graficó la difícil situación que atraviesa su país con un llamado a Arce a adoptar medidas urgentes para “salvar a Bolivia”. El país ”no está tan bien económicamente”, admitió.