Covid-19

Bolivia: registran más de 9.000 nuevos casos y activó la emergencia en Santa Cruz

"Hemos decidido venir a poner nuestro granito de arena desplegando más médicos y brigadas en ambulancias", anunció el ministro de Salud, Jeyson Auza, al lanzar un plan de emergencia sanitaria en el departamento más golpeado por esta cuarta ola.

En medio de una cuarta ola de coronavirus, las cifras de contagios se dispararon nuevamente en Bolivia al alcanzar nuevos récords de 9.242 casos en las últimas 24 horas, de los cuales 6.047 -más del 65%- fueron en Santa Cruz, por lo que el Gobierno nacional puso en marcha un plan de emergencia en ese departamento.

El departamento de Santa Cruz es el más golpeado por esta cuarta ola de coronavirus que dejó en las últimas 24 horas un doble récord nacional de casi 10.000 contagios y 47 decesos.

"Santa Cruz se ha convertido en el epicentro de la pandemia en este momento (…), es por eso que como Ministerio de Salud hemos decidido venir a poner nuestro granito de arena desplegando más médicos y brigadas en ambulancias", dijo el ministro de Salud, Jeyson Auza, al lanzar el programa, informó la agencia de noticias Sputnik.

El departamento de Santa Cruz, que acumulaba poco más de la mitad de los contagios desde el inicio de la pandemia, pasó a reportar hasta tres cuartas partes de los casos en la cuarta ola desatada hace poco más de dos meses, poniendo en evidencia la insuficiencia de su sistema regional de salud.

Auza dijo que unos 200 médicos y más de 30 ambulancias fueron enviados desde el Gobierno Nacional a Santa Cruz para realizar servicios de diagnóstico, vacunación y tratamiento de Covid-19 que corresponden normalmente a la gobernación y los municipios de ese departamento.

El Gobierno colaborará también en la apertura de un moderno hospital de tercer nivel construido por la pasada administración de Evo Morales (2006-2019) y que permanece cerrado.

En paralelo al anuncio de la ayuda, Auza también criticó duramente al gobernador santacruceño, el opositor Luis Fernando Camacho -uno de los artífices del golpe de Estado a Evo Morales en noviembre de 2019- por "dedicarse a la política en vez de atender las responsabilidades de salud que le asigna la Constitución en el marco de las autonomías".

La situación no está escalando tan rápido en el resto del país: Cochabamba tuvo 988 casos positivos ayer; La Paz, 293; Beni, 289; Potosí, 165; Oruro, 170; Chuquisaca, 545; Tarija, 708, y Pando, 37.

Además, en todo el país 47 personas murieron por el virus el martes.

Según datos oficiales del Ministerio de Salud, la cuarta ola se inició la semana epidemiológica 43, es decir, el 1 de noviembre de 2021.

Hasta esa fecha, el país había sumado 8.930 decesos. Al lunes pasado, Bolivia ya alcanzaba un total de 19.763 decesos, es decir que en las 10 semanas de la cuarta ola 833 personas fallecieron a causa de la Covid.

Este dramático aumento de muertos podría estar vinculado a la baja tasa de vacunación.

De los 833 fallecidos en esta ola, 666 no estaban vacunados, es decir el 80%.

El otro 15% tenía una sola dosis y el 5% contaba con el esquema completo, pero no logró obtener inmunidad o sufría una enfermedad preexistente.

“En promedio, ocho de cada diez pacientes ingresados en UTI o fallecidos son personas que no se han vacunado”, alertó la autoridad en Salud y explicó que aunque ese porcentaje suene muy “doloroso” es importante difundir esta información porque no es posible que en un país donde la vacuna está disponible -además es accesible y gratuita- existan personas que no reciban las dosis, informó el medio local Página Siete.

Pese a este sombrío escenario, Auza destacó que la tasa de letalidad bajó de 6,1% en la primera ola a 0,7% en la cuarta. Esta reducción se registró -principalmente- por la aplicación de la vacuna.

Bolivia superó las 10 millones de aplicaciones de vacunas anti-Covid, con un saldo de casi 4,7 millones de personas inmunizadas con esquema completo.

La población objetivo de la inmunización -a partir de los 5 años de edad- es de 10,2 millones y el Gobierno confirmó la recepción de un total de 22,5 millones de dosis.

La inmunización se aceleró esta semana, por la entrada en vigencia de un carnet de vacunación obligatorio que exige inmunización o un PCR negativo para poder ingresar a ciertos lugares cerrados y a dependencias del Estado.

En las tres últimas jornadas se reportó un promedio de 140.000 aplicaciones diarias de dosis, multiplicando por 20 el promedio de semanas pasadas.