Bukele podrá ser candidato: la justicia electoral rechazó el pedido de la oposición

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador declaró improcedente una demanda contra la candidatura a la reelección del presidente Nayib Bukele para los comicios del 4 de febrero de 2024.

La resolución del TSE es en respuesta a una demanda presentada por la coalición de partidos Unión Nacional Opositora (UNO), que el pasado 20 de julio presentó ante el organismo electoral un escrito pidiendo que se rechace la resolución de la Sala Constitucional que en 2021 dio luz verde a la candidatura oficialista a la reelección inmediata.

El TSE argumentó que no tiene competencia para decidir sobre el asunto: "Pretenden que este Tribunal ejerza una especie de control abstracto de constitucionalidad, aspecto para el cual no tiene competencia”, expresaron los jueces electorales, según informó hoy el diario La Prensa Gráfica.

En ese sentido, explicaron que el plazo para presentar las solicitudes de inscripción de candidaturas a presidente y vicepresidente inicia recién el próximo 7 de septiembre.

Así, según el TSE, no se puede aplicar un control difuso de constitucionalidad, pues los abogados invocaron un "enjuiciamiento previo de la constitucionalidad", sin que se haya concretado la presentación de la candidatura de Bukele.

Los abogados dijeron que estudiarán la posibilidad de apelar la resolución.

"Vamos a analizar con los otros colegas para ver si cabe una apelación directa. De lo contrario, sería hasta que el aspirante inscriba su candidatura", precisó Rafael Garciaguirre, abogado de la UNO.

En una resolución del 3 de septiembre de 2021, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia habilitó la posibilidad de la reelección inmediata de Bukele, de 42 años.

Los partidos de la oposición sostienen que la reelección presidencial inmediata está prohibida por la Constitución.

Cuatro de los cinco magistrados del TSE, incluida su presidenta, Dora Martínez, informaron que cumplirán la sentencia de la Sala de lo Constitucional, pues de lo contrario cometerían el delito de desacato.

Bukele, conocido como el presidente milenial, ha despertado críticas desde su llegada el poder, en julio de 2019, debido a sus políticas para combatir a las pandillas criminales que controlaban el territorio.

Para poder llevar adelante ese plan, declaró un estado de excepción que fue ampliado ya en 15 ocasiones y que implicó la pérdida de las garantías constitucionales para todos los ciudadanos y la presencia masiva de militares y policías en la calle.

A partir de ese momento, decenas de miles de personas fueron detenidas sin orden judicial, sin que se le informen los motivos, y quedaron incomunicadas y sin derecho a la defensa durante el plazo de aprehensión provisional, que se modificó extendiéndose de tres a 15 días.

Todo eso en un contexto de fuerte concentración de poder, con una amplia mayoría legislativa que le ha permitido modificar la conformación de la Corte Constitucional para poder avanzar en sus reformas sin bloqueos.

Pese a las denuncias de los organismos de derechos humanos, la caída de la tasa de criminalidad en El Salvador se ha reducido notablemente a la par que crece el apoyo entre los votantes, por lo que Bukele espera renovar su mandato sin problemas en las próximas elecciones.