Alemania

Buscaban bombas de la Segunda Guerra Mundial, hallaron tijeras de hace 2.300 años

Arqueólogos de Alemania se toparon de casualidad con una serie de objetos, entre los cuales sobresalen estas tijeras, una espada, una lanza, una navaja y parte de un escudo.

Una particular e histórica situación se vivió en Alemania, donde un grupo de arqueólogos locales descubrieron unas tijeras antiguas mientras investigaban un sitio de construcción en la ciudad de Múnich, están tan excepcionalmente bien conservadas, que aún pueden cortar.

Los arqueólogos de la Oficina Estatal de Baviera para la Preservación de Monumentos (BLfD) fueron llamados originalmente por un equipo de “desactivación de bombas” que estaba buscando municiones sin explotar de la Segunda Guerra Mundial en un sitio de construcción en Sendling, un suburbio de Múnich.

El profesor Mathias Pfeil, director del BLfD, consideró el descubrimiento como “un hallazgo especial” en un comunicado, donde agregó que las tijeras no solo muestran una artesanía impresionante, sino que su notable conservación también.

Pfeil agregó que el descubrimiento “brinda fascinantes vislumbres de nuestro pasado”. Agregó que las tijeras tienen alrededor de 2.300 años y “todavía podrían usarse hoy”.

¿De cuándo data el hallazgo?

El equipo de eliminación de municiones tropezó con una estructura de madera enterrada que resultó ser una tumba de cremación que data del siglo III o II antes de Cristo. Este fue un período en el que los celtas habrían quemado a sus muertos antes de enterrar sus restos y sus posesiones en fosas, según el sitio de historia “Britannica”.

Cabe recordar que los celtas fueron un pueblo indoeuropeo primitivo que se extendió por la mayor parte de Europa occidental. Compuesto por tribus y grupos dispares, estas personas se extendieron desde las Islas Británicas hasta el norte de España.

Incluso llegaron tan al este como la moderna Transilvania y el Mar Negro. En muchos casos, estos diferentes pueblos fueron absorbidos por el Imperio Romano y se convirtieron en lo que llamaríamos britanos, galos, gálatas y celtíberos.

Los celtas mostraron una clara creencia en la otra vida y tenían una variedad de prácticas funerarias, pero debido a que no produjeron registros escritos, podemos inferir mucho sobre sus creencias a través de relatos “no oficiales”. Es por eso que la tumba en Múnich resultó tan emocionante para los arqueólogos.