Caso George Floyd: las dos caras de la violencia en Estados Unidos

Casi 40 ciudades han impuesto toques de queda para esta noche en respuesta a protestas violentas que se han extendido en todo Estados Unidos, desde este fin de semana.

Además, desde el domingo por la mañana aproximadamente 5.000 miembros de la Guardia Nacional se han desplegado en 15 estados y Washington DC, con otros 2.000 preparados para actuar si es necesario.

Estas son las ciudades que actualmente tienen toques de queda para esta noche:

Arizona: toque de queda estatal de una semana
California: Condado de Los Ángeles, San Francisco, Beverly Hills, Santa Mónica, West Hollywood
Colorado: Denver
Florida: Miami, Condado de Orange, Jacksonville, Orlando
Georgia: Atlanta
Illinois: Chicago
Indiana: Indianápolis
Kentucky: Louisville
Michigan: Detroit
Minnesota: Minneapolis, St. Paul
Missouri: Kansas Ciudad
Nueva York: Rochester
Ohio: Cincinnati, Cleveland, Columbus, Dayton, Toledo
Oregon: Portland, Eugene
Pennsylvania: Filadelfia, Pittsburgh
Carolina del Sur: Charleston, Columbia, Myrtle Beach
Tennessee: Nashville
Texas: Dallas, San Antonio
Utah: Salt Lake City
Virginia: Richmond
Washington: Seattle
Wisconsin: Milwaukee, Madison

Estado de emergencia:

Arizona: El gobernador dijo que la emergencia permitirá a la policía “estar equipada para realizar arrestos de personas que planean amotinarse, saquear o causar daños y disturbios”.

Texas: Esto permite que los agentes federales puedan servir como oficiales de paz de Texas.Virginia: Esto permite la movilización de recursos, incluida la Guardia Nacional de Virginia, y agrupar personas y equipos para ayudar a las ciudades a atender protestas violentas.

Otras cosas a tener en cuenta:

La ciudad de Chicago cerró el distrito central de negocios y el área de Loop solo a los empleados cuyos negocios se encuentran en el sector y los residentes que viven en este distrito
Las carreteras principales en Minnesota están cerradas.

El caso de Floyd es apenas el último de una larga lista de episodios de violencia racista cometidos por las fuerzas de seguridad en Estados Unidos. Un hecho similar ocurrió en 2014, cuando Eric Garner murió en Nueva York después de que un oficial utilizara una técnica de estrangulamiento prohibida por la policía de ese estado y la mantuviera pese a que el hombre de 43 años le repitiera varias veces que no podía respirar.

Esa situación fue una de las que dio trascendencia nacional al movimiento ‘Black Lives Matter’ (‘Las vidas negras importan’), que denuncia desde 2013 la violencia policial contra la comunidad afroamericana.

En Estados Unidos, la policía mata a entre 1.000 y 1.200 personas cada año, según los cálculos realizados por la prensa estadounidense después del asesinato de un joven afrodescendiente de 18 años, Michael Brown, en Ferguson (Missouri), a manos de un oficial en 2014.

Del total de muertes a cargo de la policía, casi un 25% de las víctimas son afrodescendientes, una comunidad que representa un poco más del 13% de la población estadounidense. Las cifras se refuerzan con un estudio publicado en 2019 a partir de datos recopilados por el consorcio de periodistas Fatal Encounters y los del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales, los cuales concluyen que los afrodescendientes son 2,5 veces más propensos a ser asesinados por la policía en Estados Unidos que la población blanca.