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China utilizó municiones reales en ataques simulados
Beijing aumentó las tensiones este lunes en oriente con nuevas maniobras militares. El gigante asiático mantiene la escalada que desató la semana pasada tras la reunión de la presidenta, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos
China anunció que aviones de combate que transportaban “munición real” llevaron a cabo “ataques simulados” cerca de Taiwán el lunes, y que su portaaviones Shandong estuvo involucrado en las maniobras militares en curso.
“Múltiples grupos de cazas H-6K transportando munición real (...) llevaron a cabo múltiples oleadas de ataques simulados contra objetivos importantes en la isla de Taiwán”, dijo el Ejército chino en un comunicado, y agregó que el Shandong también “participó en el ejercicio de hoy (lunes)”.
El Comando de la Fuerza Aérea de Taiwán denunció este lunes que 70 aviones de combate y once buques del Ejército de China se han aproximado a su espacio aéreo y marítimo, como han venido haciendo de manera reiterada durante los últimos días en una serie de maniobras militares.
En concreto, 35 de los cazas chinos habrían ingresado a la zona de identificación de defensa aérea al suroeste de Taiwán, según ha detallado el Ministerio de Defensa del país en un mensaje en la red social Twitter.
En respuesta, Taiwán ha monitorizado la situación y ha asignado aeronaves de la Fuerza Área, embarcaciones de la Armada y sistemas de misiles terrestres.
Tras el anuncio de China sobre sus ejercicios con municion real, la Marina estadounidense afirmó este lunes que su buque destructor USS Milius realizó una misión de derechos y libertades de navegación en el mar del Este, “de conformidad con el Derecho Internacional”.
“Al término de la operación, el USS Milius ha salido del área de reclamación excesiva y ha proseguido sus operaciones”, según un comunicado de la Séptima Flota de Estados Unidos, que ha indicado que la maniobra tuvo lugar a menos de doce millas náuticas (unos 22 kilómetros) del Arrecife Mischief, ubicado en las islas Spratly.
Las autoridades estadounidenses indicaron que, “según el Derecho Internacional Consuetudinario, reflejado en la Convención sobre el derecho del mar, los accidentes como el arrecife Mischief que están sumergidos en marea alta en su estado natural no tienen derecho a un mar territorial”.
Por otro lado, criticó las “reclamaciones marítimas ilegales y generalizadas en el mar” de esa región también conocido como mar China Meridional, al considerar que “suponen una grave amenaza para la libertad de los mares, incluidas las libertades de navegación y sobrevuelo, el libre comercio y la libertad de oportunidades económicas para las naciones ribereñas”.
La escalada de las tensiones en la región se inició con el viaje a la isla de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en agosto del pasado año. Sin embargo, estas actividades tienen lugar después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing Wen, haya viajado a América, donde finalmente se ha reunido en California con el actual presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, a pesar de las amenazas de Beijing.
Taiwán cuenta con un Gobierno independiente desde 1949, pero China considera el territorio bajo su soberanía. La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán ha sido hasta ahora la de una reunificación pacífica bajo el principio “un país dos sistemas”.