Batalla - Ciberespacio

China y EEUU: la cuestión nacional del ciberespacio

La visita que emprenderá el domingo la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, a la ciudad de Tianjin, en el noroeste de China, buscará limar de algún modo las diferencias.

La batalla por ganar el ciberespacio, convertida en una cuestión nacional por la creación de nuevas tecnologías, muestra otra cara compleja de China y de Estados Unidos, las dos superpotencias que atraviesan uno de los peores momentos diplomáticos de las últimas décadas.

Por ese motivo, la visita que emprenderá el domingo la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, a la ciudad de Tianjin, en el noroeste de China, buscará limar de algún modo esas diferencias, a las que se agregarán, entre otros temas, la situación en la excolonia británica Hong Kong.

Esta semana, Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) condenaron los supuestos ataques informáticos realizados por Beijing contra terceros países, incluido el hackeo de los servidores de Microsoft en marzo pasado.

Sin embargo, el Gobierno chino rechazó su responsabilidad en el ciberataque contra esa empresa estadounidense, realizada por cuatro piratas informáticos, y señaló que las acusaciones estaban "fabricadas por Washington y sus aliados".

En las últimas décadas, China ha construido una red de Internet completamente diferente a la que existe en los principales países occidentales.

Pero también Rusia y el Reino Unido han desarrollado nuevas tecnologías para transformar el mundo.Según informes del diario español El País, China impide desde su territorio el acceso a Google, YouTube, Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp, TikTok, entre otros contenidos, pero en cambio cuenta con su propia versión llamada Baidu, considerado el segundo buscador más usado del mundo.

"Todo el tema del ciberespacio se ha convertido en una cuestión nacional tanto para los chinos como para los rusos y los norteamericanos; por lo tanto, lo que está sucediendo ahí impacta en la dinámica política de ellos", dijo Juan Battaleme, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El experto en defensa nacional y política exterior expresó que "como es un espacio de conexión, tal como se vio en el ataque contra Colonial Pipeline y demás, los efectos que se suceden en el ciberespacio son muy reales".Colonial Pipeline, una de las mayores redes de oleoductos de Estados Unidos, fue paralizada entre el 6 y el 7 de mayo tras un ciberataque realizado por una organización llamada "DarkSide" (Lado Oscuro), según informes de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI).

Fue pagado un rescate de unos cinco millones de dólares a los hackers que la atacaron, pero la empresa nunca lo confirmó, informó la agencia de noticias estadounidense Bloomberg.Battaleme dijo que "al principio los norteamericanos ponían énfasis en que los rusos tenían un carácter más agresivo en el ciberespacio.

Pero, después, vinieron los chinos como objetivos de las protestas de la Casa Blanca, más allá de que (el consultor informático Edward) Snowden demostró que Washington tenía un caracter provocativo".

Snowden, exempleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se exilió en 2013 en Rusia luego de que revelara que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) aprovechaba el trabajo de otros servicios de inteligencia para reunir información y utilizarla en su beneficio. Estados Unidos lo acusó luego de espionaje.

"En estos momentos, existe una dinámica de penetrar los sistemas de todos los países, sin tener en claro cuáles van a ser las consecuencias de esas actividades, más allá de las quejas o las sanciones diplomáticas", dijo Battaleme.

El analista señaló que los hackers "atacan tanto a los privados como a los Estados, aunque no responden a ningún gobierno" y explicó que "hay una forma de trabajar de manera conjunta para resolver el tema".

"Por ejemplo, aplicar una política muy parecida a la que se usaba en la época de los piratas (entre el año 1500 y el 1700), cuando las marinas de los distintos países se dedicaron en algún momento a luchar contra los corsarios", explicó.

El presidente estadounidense Biden señaló que el Ministerio de Seguridad chino utiliza piratas informáticos para realizar "operaciones cibernéticas no autorizadas a nivel mundial".

El mandatario demócrata también ha presionado a Beijing por la represión que sufren los musulmanes uigures en el noroeste de China, que la Casa Blanca califica de "genocidio", y por las libertades en Hong Kong.

La semana pasada, el Gobierno estadounidense sancionó a siete funcionarios chinos, al cumplirse un año de la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong.Según la organización Amnistía Internacional (AI), con sede en Londres, esta norma "ha diezmado las libertades de la ciudad y ha creado un panorama cada vez más carente de protecciones de los derechos humanos".

El Gobierno chino, por su parte, rechaza la injerencia de Washington en sus asuntos internos y asegura que la Casa Blanca tiene una "mentalidad de Guerra Fría".