BRASIL

Cinco personas violaron a una nena indígena de 11 años y la tiraron desde un acantilado

El brutal crimen ocurrió el domingo pero sólo fue revelado este miércoles tras la detención de los cinco acusados.

El cuerpo de Raissa da Silva Cabreira, una nena indígena de 11 años de la etnia Guaraní Kaiowá fue encontrado este lunes entre las rocas de una antigua cantera en una zona rural de Dourados, municipio de Mato Grosso do Sul, y los detalles del crimen estremecieron a los brasileños: la pequeña fue arrojada por un acantilado tras haber sido violada por tres adolescentes y dos adultos, entre ellos uno de sus tíos.

El brutal crimen ocurrió el domingo pero sólo fue revelado este miércoles tras la detención de los cinco acusados. Según la policía los sospechosos, todos indígenas de la misma comunidad que la víctima, confesaron el crimen.

En su testimonio, los acusados dijeron que primero obligaron a la nena a ingerir una bebida alcohólica, la golpearon y la llevaron a una cantera cercana a la aldea Bororo, en donde residía con sus familiares. Según dijo la policía, los cuatro habían acordado llevarla al acantilado y violarla.

El tío de la menor afirmó que llegó al lugar del crimen cuando la menor ya sufría los abusos, por los que llegó a perder la conciencia, y que también participó en la violación.

“El tío, que salió a buscarla, la encontró al escuchar los gritos y, en lugar de interrumpir la violación, decidió participar de los abusos”, relató Erasmo Cubas, comisario de la Policía Civil y responsable por la investigación.

El tío, identificado como Elinho Arévalo, de 34 años, confesó que ya había violado a su sobrina en ocasiones anteriores desde que tenía 6 años. Según el sitio ND+, el hombre incluso acudió a la comisaría para preguntar cómo iba la investigación para detener a los delincuentes.

Los asesinos confesos agregaron que, tras la violación colectiva, arrojaron a la nena desde lo alto del acantilado, que tiene cerca de 20 metros de altura, porque recuperó la conciencia y comenzó a gritar desesperadamente y los amenazó con denunciar todo lo ocurrido a los caciques de la aldea.

“Encontramos el cuerpo luego de que los líderes de la aldea nos avisaran de su desaparición. Ellos nos señalaron a los adolescentes que estaban inicialmente con la niña en la aldea y que la obligaron a ingerir la bebida alcohólica y, por medio de ellos, conseguimos identificar a todos los involucrados”, dijo Cubas.

Según el comisario, los cinco detenidos serán acusados formalmente de los delitos de homicidio doblemente calificado por femicidio y por el intento de ocultar otro crimen, así como de violación de menor de edad.

Los Guaraní y los Kaiowá constituyen el segundo mayor pueblo indígena de Brasil, con cerca de 50.000 personas, que se concentran en el estado de Mato Grosso do Sul, y son una de las etnias más afectadas por la pérdida de sus territorios originales.

La líder indígena Sonia Guajajara lamentó en sus redes sociales el feminicidio y exigió Justicia. “Paren de matar los cuerpos y el futuro de nuestras niñas y jóvenes”, pidió la activista, que recordó el crimen de otra joven indígena la semana anterior, Daiane Girá Sales, que fue encontrada muerta en una plantación con señales de haber sufrido un ataque sexual.