Violencia

Continúan los ataques en la República democrática del Congo

La ONU advirtió que la violencia en el este del país causó 200 muertos y 40.000 desplazados en 2021

El portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Babar Baloch, aseguró que desde enero los ataques atribuidos al grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas provocaron el desplazamiento de unas 40.000 en el territorio de Beni.

"Desde enero, los ataques atribuidos al grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) mataron a casi 200 personas, herido a decenas más y desplazado a unas 40.000 en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte de la RDC, así como en las aldeas cercanas de la provincia de Ituri", declaró el portavoz de la Acnur, Babar Baloch.

"En menos de tres meses, las ADF presuntamente realizaron incursiones en 25 aldeas, prendieron fuego a decenas de casas y secuestraron a más de 70 personas. Esto se suma a los 465 congoleños muertos en ataques atribuidos a las ADF durante 2020", dijo Baloch.

Sobre las posibles causas de estos ataques, el dirigente mencionó las represalias de los grupos armados contra las operaciones del ejército congoleño, la búsqueda de alimentos y medicamentos y las sospechas de que las comunidades locales revelan a los cuerpos de seguridad las posiciones de las ADF.

Antes del reciente desplazamiento masivo, según él, unos 100.000 desplazados internos ya necesitaban protección y ayuda para obtener refugio en Beni. La escasez de fondos limita las capacidades asistenciales de la Acnur, lamentó el funcionario.

Baloch estimó en 33 millones de dólares los fondos que la Acnur necesita para responder a las necesidades humanitarias en el este de la RDC, y agregó que, hasta la fecha, se recaudó apenas el 5,5 por ciento de esta suma.

La ADF es un grupo de rebeldes musulmanes ugandeses instalado en el este de la República Democrática del Congo que en 2017 juró lealtad al Estado Islámico (EI) y que lleva años sin realizar ataques en Uganda, pero desde 2014 suele perpetrar masacres en Beni.

En abril de 2019, EI reivindicó por primera vez ataques a cuarteles del Ejército y la Misión de la ONU para la Estabilización en la República Democrática del Congo.