OBSERVATORIO
Descubrieron en Chile un asteroide oculto que podría ser peligroso para la Tierra
Esta roca espacial estaba escondida por la luz del Sol y pudo ser descubierta gracias a la oscuridad del desierto chileno; por su tamaño, provocaría consecuencias devastadoras en el planeta.
Un grupo de astrónomos del Observatorio Interamericano del Cerro Tololo, ubicado en Chile, descubrieron un asteroide oculto hasta ahora y analizan el potencial riesgo de impacto contra nuestro planeta, lo que podría provocar consecuencias devastadoras dado su tamaño.
Esta roca espacial estaba oculta por la luz del Sol y pudo ser descubierta gracias a la oscuridad del desierto chileno, ya que los asteroides que orbitan cerca de la estrella son los más dificiles de observar porque se pierden entre los destellos de luz. Los astrónomos lo nombraron 2025 SC79 y tiene unos 700 metros de diámetro, el tamaño de un estadio de fútbol.
“Los asteroides que acechan cerca del Sol solo pueden observarse durante el crepúsculo, cuando el Sol está a punto de salir o ponerse. Si estos asteroides ‘crepusculares’ se acercan a la Tierra, podrían representar un grave riesgo de impacto”, explicó el astrónomo Scott Sheppard, perteneciente al Instituto Carnegie para la Ciencia y el descubridor de este peligroso asteroide. Este hallazgo actualizó la lista de los cuerpos más cercanos a nuestro planeta.
Sheppard y su equipo no encontraron a esta roca espacial por casualidad, ya que su trabajo forma parte de un programa de búsqueda sistemática de objetos potencialmente peligrosos para la Tierra.
Según las estimaciones de los astrónomos, si este asteroide de 700 metros diámetro impactara contra nuestro planeta, las consecuencias serían devastadoras: destrucción masiva, alteraciones climáticas y millones de víctimas fatales, son tan solo algunas de las tragedias que sucederían.
Pero para la fortuna de todos los habitantes de la Tierra, este asteroide no representa una amenaza inmediata, ya que su órbita se mantiene estable. La mala noticia es que su proximidad al Sol impide seguirlo con continuidad. Durante varios meses permanecerá oculto detrás del astro, y recién entonces podrá volver a observarse. Cuando reaparezca, los científicos planean medir su composición y densidad, además de buscar indicios sobre su origen.