CORONAVIRUS

Disneyland París se convertirá en un centro de vacunación contra el coronavirus

El lugar será acondicionado para la aplicación de la vacuna Pfizer y podrá recibir hasta 1000 personas por día.

El parque de atracciones Disneyland París, a las afueras de la capital francesa, está cerrado al público, aunque será convertido en un enorme centro de vacunación contra el coronavirus, según se anunció oficialmente por parte del gobierno de Emmanuel Macron.

El lugar será acondicionado y podrá recibir hasta 1000 personas por día, mayores de 60 años o que tengan una patología de riesgo, bajo la asistencia de 60 médicos, enfermeros, bomberos y miembros de asociaciones vecinales que colaboran en la organización.

Actualmente sin actividad, el enorme predio de diversión, se sumará como espacio vacunatorio para los fines de semana, junto a otros 12 centros de aplicación en esa región francesa.

Otros centros de este estilo, grandes superficies destinadas a la vacunación masiva, ya se han puesto en funcionamiento en Francia en las últimas semanas, como el Estadio de Francia de Saint Denis, donde se vacuna a casi 2.000 personas cada día.

De esta manera, Disneyland París volverá así a una cierta actividad, después de haber sido cerrado al público a finales de octubre de 2020 por las restricciones de la segunda ola de la pandemia.

Hasta el momento, Francia aplicó la primera dosis de la vacuna a 12 millones de personas, en tanto que con la doble dosis ya hay cuatro millones y medio de inoculados.

Los casos globales de COVID-19 ascendieron por octava vez consecutiva la semana pasada, en la que se registró una cifra récord en la pandemia de 5,2 millones de contagios, pese a que las vacunaciones en el mundo se aproximan a los 1.000 millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En su informe epidemiológico semanal, señala que la evolución de la pandemia varía según la región: mientras la semana pasada en Europa tanto los nuevos casos como los fallecimientos bajaron el 3 %, en el sur de Asia, donde India sufre aumentos exponenciales de nuevos contagios, subieron el 57 % y las muertes, el 49 %.

También alertó que por quinta semana consecutiva subió el número de muertes por COVID-19 en el planeta, hasta 83.000 (un 8 % más que en los siete días anteriores), aunque en este caso no se han alcanzado aún las peores cifras de enero, cuando se rozaron los 100.000 fallecidos por semana.

En América, los casos se incrementaron el 7 % y las muertes el 8 %, mientras que en Asia Oriental, aunque hubo una destacada suba del 14 % en los contagios semanales, los fallecimientos bajaron el 8 %, cifras todas ellas que indican una desigual distribución de la pandemia y, paralelamente, de las vacunaciones.

Oficialmente, Brasil ya roza los 14 millones de casos al contabilizar un total de 13.973.695, mientras el número de muertes camina hacia las 375.000, según informó el Ministerio de Salud local.

De acuerdo con el más reciente balance de la cartera, en las últimas 24 horas, Brasil registró 1.347 fallecidos por el virus.

Brasil es el segundo país con más fallecidos, detrás de Estados Unidos, aunque actualmente es el lugar del planeta donde más se muere por COVID-19. En cuanto a contagios, se ubica en el tercer lugar, después de EE.UU e India.

La explosión de contagios asociados a la circulación de variantes del virus más infecciosas, entre ellas varias de origen brasileño, tiene a la red de salud pública en una situación crítica, con buena parte de las unidades de cuidados intensivos (UCI) al límite de su capacidad.

Además de las variantes P.1 de Manaos y P.2 de Río de Janeiro, los científicos estudian la aparición de más variedades del coronavirus en Brasil y alertan de la posibilidad de que surjan otras más resistentes, si continúa el actual ritmo vertiginoso de contagios en el país.

La que más preocupa ahora es la P.1 surgida a finales de 2020 en Manaos y de la que se sospecha que está detrás del ‘tsunami’ de infectados y muertes que golpea al país. Esta variante ya está presente en 52 naciones del planeta, según la OMS.