conflicto palestino israelí

Dos explosiones con bomba en Jerusalén dejan un canadiense muerto y 20 heridos

Estos coinciden con altas tensiones entre israelíes y palestinos después de largos meses de incursiones israelíes en Cisjordania, el territorio palestino que rodea a Jerusalén. Las explosiones se registraron cerca de paradas de colectivo de Jerusalén. La Policía describió como presuntos ataques palestinos.

Las dos explosiones fueron en lugares cercanos, la primera en los márgenes de Jerusalén, aglomerarse en las paradas de colectivos, y la segunda en Ramot, un asentamiento y barrio judío en el norte de la ciudad.

La Policía informó que un adolescente de 16 años murió y otras 20 personas resultaron heridas. Estos fueron los primeros ataques con bombas en Jersualén desde 2016.

Por su parte, la embajadora de Canadá en Israel dijo que el chico muerto era un ciudadano canadiense.

Los estallidos coinciden con fuertes tensiones entre israelíes y palestinos luego de meses de incursiones israelíes en Cisjordania, el territorio palestino que rodea a Jerusalén, y de ataques mortales contra israelíes que mataron a 19 personas. Pero desde mayo, más de 120 palestinos han muerto

Ayer, un adolescente palestino de 16 años murió baleado por soldados israelíes en la ciudad Cisjordana de Naplusa, informó el Gobierno autónomo palestino.

En las últimas semanas ha habido un repunte en los ataques palestinos en las zonas de Cisjordania bajo ocupación militar israelí.

La violencia también llega cuando el exprimerministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantiene conversaciones poselectroales con líderes partidarios para intentar formar lo que se prefigura como el Gobierno de Israel más opuesto a descolonizar Palestina.

Netanyahu visitó a heridos en un hospital de Jerusalén y prometió hacer todo por devolver rápidamente la seguridad a Israel.

"Pelearemos contra el terrorismo cruel, que otra vez está levantando su cabeza. Haremos todo lo posible por devolver la seguridad a todos los ciudadanos israelíes, rápidamente", expresó.

Itamar Ben-Gvir, un diputado extremista que pide la pena de muerte para los atacantes palestinos y sería el ministro a cargo de la Policía bajo Netanyahu, dijo que el ataque mostraba que Israel necesitaba adoptar una postura más dura sobre la violencia palestina. "Debemos exigir un precio al terror", dijo en el lugar de la primera explosión. "Debemos volver a tener el control de Israel, restaurar la disuasión contra el terrorismo", agregó.

El primer ministro saliente, Yair Lapid, prometió capturar a los responsables del ataque, que no fue reivindicado. La Policía israelí dijo que la víctima mortal de los ataques de hoy era un judío ortodoxo de 16 años que vivía en Jerusalén y estudiaba en una escuela religiosa de la Ciudad Santa.

La jefa de la División de Operaciones de la Policía de Israel dijo que las bombas fueron detonadas a distancia y que eran artefactos de "alta calidad".

La vicecomisaria Sigal Bar Zvi dijo que, debido a la naturaleza de los ataques, la Policía sospechaba que fueron cometidos por alguna organización, no por una persona aislada.

La Policía, que estaba buscando a los presuntos atacantes, dijo en un primer comunicado que sus hallazgos iniciales mostraron que se colocaron artefactos explosivos cargados de metralla en las dos paradas de colectivo.

El movimiento islamista palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza "saludó" los atentados sin reivindicarlos. Es el "precio de los crímenes y de las agresiones" de Israel contra el pueblo palestino”, dijo Hamas en un comunicado. Lo mismo dijo el grupo islamista palestino Jihad Islámica.

"La operación en la ocupada ciudad de Jerusalén es una respuesta natural a la ocupación, a su terrorismo, a sus prácticas criminales contra el indefenso pueblo palestino y sus sitios sagrados", dijo Jihad Islámica.

En respuesta a unos ataques mortíferos en Israel en marzo y abril, el Ejército israelí efectuó más de 2.000 operaciones en Cisjordania. En las operaciones israelíes y los enfrentamientos consecutivos causaron la muerte de más de 125 palestinos, el balance más grave desde hace siete años, según la ONU.

Por otra parte, el ejército israelí indicó que el cuerpo de un civil israelí de 18 años, que murió el martes en un "grave accidente de tráfico" en Cisjordania ocupada, fue "robado" del hospital de Jenín, bastión de facciones armadas en el norte de Cisjordania.

Fuentes locales indicaron a la agencia de noticias AFP que combatientes palestinos en un campo de refugiados cercano estaban en posesión del cuerpo. El secuestro de israelíes, vivos o muertos, ya sirvió en el pasado a grupos armados para pedir la liberación de prisioneros o la devolución de los restos de compañeros fallecidos.