Budapest
Echaron a dos meteorólogos que se equivocaron en un pronóstico
Dos de los mejores profesionales de Hungría dieron datos erróneos y se arruinó la “fiesta más grande de Europa”. Por esa razón fueron despedidos.
No, no se trata del Guillermo Francella húngaro. No, no es una comedia de Netflix. Debido al alboroto político que ocasionó una equivocación meteorológica, dos profesionales fueron despedidos de sus puestos de trabajo.
La cuestión resulta insólita: dos profesionales habían asegurado un pésimo clima para ese sábado, cosa que finalmente no ocurrió. Pero el gobierno canceló un gran evento por esa razón y decidieron echarlos de su trabajo.
En Budapest se iba a realizar la celebración del Día de San Esteban, una efeméride patria muy importante en el país, con miles de fuegos artificiales.
Sin embargo, el pronóstico anunciaba terribles tormentas: el gobierno primero realizó advertencias meteorológicas y luego decidió posponerlo, siete horas antes de que iniciara.
A pesar de que todos ya estaban preparados, esperando una tormenta digna de la advertencia, esta nunca llegó y se canceló en vano el que es considerado el “evento más grande de toda Europa”.
El clima resultó tranquilo y apacible, y lo que iba a ser visto por casi dos millones de personas quedó en la nada.
Aproximadamente, 40.000 fuegos artificiales estaban preparados para ser lanzados por un tramo de cinco kilómetros del río Danubio hasta el centro de Budapest, pero debido a las tormentas supuestamente peligrosas, el evento se movió una semana.
El ministro de Innovación Laszlo Palkovics, luego de considerar aquella situación como una falta gravísima, decidió despedir a los dos meteorólogos que habían realizado el pronóstico.
Sin más remedio, debieron abandonar sus puestos en el servicio meteorológico, no sin antes ofrecer disculpas y contar que había ocurrido la situación menos probable.
En Hungría, las opiniones se dividieron: algunos se mostraron enojados por posponer el evento y otros consideraban que no debía realizarse (con o sin tormenta).