Polémica
EEUU: el jefe del Pentágono estuvo internado cuatro días en secreto y la Casa Blanca no lo sabía
Lloyd Austin delegó funciones sin informar ni al presidente ni a sus subalternos que estuvo hospitalizado. Los republicanos exigen explicaciones.
Un nuevo escándalo amenaza al gobierno de Joe Biden en un año de elecciones en Estados Unidos. El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, estuvo internado durante cuatro días en terapia intensiva y delegó funciones sin informar ni al presidente ni a sus subalternos que estaba hospitalizado por complicaciones derivadas de una cirugía.
Austin, de 70 años, llegó al hospital el lunes pasado y recién el viernes por la noche se informó que había sido internado “por complicaciones derivadas de un procedimiento médico electivo reciente”.
Se trata de una violación del protocolo habitual en un momento en que Estados Unidos está inmerso en la crisis de Medio Oriente.
Qué dijo Joe Biden sobre la hospitalización del jefe del Pentágono
Tras el escándalo, Biden habló con su secretario de Defensa. “La conversación fue cordial. El presidente tiene plena confianza en Austin. Está deseando que vuelva al Pentágono”, dijo un funcionario de la Casa Blanca a la AFP.
La cadena NBC News informó que Austin estuvo en cuidados intensivos durante cuatro días y permaneció en el hospital hasta el sábado. ”Reconozco que podría haber hecho un mejor trabajo para asegurarse que el público estuviera debidamente informado. Me comprometo a hacerlo mejor”, dijo Austin en un comunicado.
”Pero es importante decir esto: este fue mi procedimiento médico y asumo toda la responsabilidad por mis decisiones sobre la divulgación”, completó.
Austin dijo que volvería “pronto” al Pentágono y agradeció a los médicos y al personal del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed por los cuidados recibidos durante su internación.
Qué pasó en el Pentágono durante la hospitalización de Lloyd Austin
El primero en informar sobre la hospitalización de Austin fue el sitio Político. Entonces, el jefe del Pentágono llevaba tres días internado. En ese lapso, la vicesecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, tomó algunas decisiones rutinarias, según un portavoz del área. La funcionaria no sabía que su jefe estaba hospitalizado, dijeron dos fuentes oficiales citadas por la CNN.
Tras la filtración de la noticia, funcionarios del Pentágono comunicaron la situación al consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y a otros importantes cargos de la Casa Blanca. Sullivan le informó entonces a Biden, según Politico.
El Congreso se enteró de la hospitalización de Austin 15 minutos antes de la declaración pública del viernes por la noche. Incluso, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo este domingo que desconocía que Austin hubiera estado hospitalizado.
“¿Hay un montón de personas alrededor del secretario en todo momento, que lo ayudan en el día a día, y nadie tenía los medios ni siquiera para decírselo a la Casa Blanca?” Me sorprende que nadie esté usando la palabra ‘encubrimiento’ todavía”, alertó un funcionario del Pentágono a la CNN.
¿Qué puede pasar con el jefe del Pentágono tras el escándalo?
El secretario de prensa del Pentágono, el general de división Pat Ryder, dijo que Austin “no tiene planes de renunciar” tras el escándalo.
No ha trascendido el motivo por el cual el secretario de Defensa, uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos, pasó cuatro días en cuidados intensivos. Según la CNN, no está claro si Austin alguna vez estuvo inconsciente o incapacitado. Pero estaba alerta y siguiendo un ataque militar el 4 de enero en Bagdad, que mató al comandante de una milicia pro-Irán, dijo un funcionario de Defensa.
Hasta el sábado por la noche, Austin permanecía en el hospital.
La reacción de la oposición republicana fue inmediata. El senador Tom Cotton, miembro republicano del Comité de Servicios Armados, exigió una explicación.
”El secretario de Defensa es el eslabón clave en la cadena de mando entre el presidente y los militares. Si este informe es cierto, debe haber consecuencias por esta falla escandalosa”, afirmó.
Otros legisladores pidieron que Austin testifique o incluso que sea destituido por esta “grave falla” en las comunicaciones. “Esto es muy preocupante. Parece que el presidente ni siquiera lo sabía”, dijo el representante Jim Banks. Su colega Roger Wicker señaló que este incidente “erosiona aún más la confianza en la administración Biden”.
“Si la noticia es cierta, este sorprendente fracaso debe tener consecuencias”, añadió Cotton.