los buitres en el mundo

Egipto recibe un préstamo de $3.000 mil millones de dólares del FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un crédito de US$ 3.000 millones para Egipto, país que se vio severamente afectado por el incremento de los precios de las commodities tras el incido de la guerra entre Rusia y Ucrania.

El Programa de Facilidades Extendidas (EFF) del FMI será a 46 meses, con un desembolso inmediato de US$ 347 millones. Asimismo, el financiamiento buscará desbloquear cerca de US$ 14.000 millones en préstamos de otros Estados y organismos multilaterales, especialmente de los países del Golfo Pérsico, según señaló el FMI en un comunicado.

El programa viene de la mano de la implementación de un programa económico por parte del Gobierno egipcio para "preservar la estabilidad macroeconómica, restaurar reservas y allanar el camino para un crecimiento sustentable, inclusivo y liderado por el sector privado".

Entre las medidas promovidas por el Fondo se encuentra el pasaje a un régimen de tipo de cambio flexible, una política monetaria dirigida a reducir gradualmente la inflación con una disminución en los esquemas de préstamos subsidiados, y consolidación fiscal con un incremento en el gasto social y protección a personas vulnerables.

Del mismo modo se realizarán "reformas estructurales de amplio rango para reducir la huella del Estado, nivelar el campo de juego entre todos los agentes económicos, facilitar el crecimiento del sector privado y reforzar la gobernanza y la transparencia en el sector público".

El Estado egipcio también solicitó US$ 1.329 millones al FMI bajo el marco del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (RSF), programa diseñado para países de medianos y bajos ingresos, especialmente dirigido para solucionar problemáticas vinculadas con el cambio climático; lo cual será discutido por el Fondo en las próximas revisiones que le realizará al país.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, afirmó que Egipto comenzó a registrar "desbalances frente a un tipo de cambio rígido, alta deuda pública y retrasos en las reformas estructurales".

"La guerra de Rusia en Ucrania cristalizó estas vulnerabilidades preexistentes, impulsando la fuga de capitales y reduciéndose las reservas del banco central, profundizando la desalineación del tipo de cambio", explicó. Tras ello, elogió la modificación de la política cambiaria y el endurecimiento de las medidas monetarias por Egipto, los cuales "son pasos bienvenidos".

"Dada la creciente incertidumbre y los riesgos en las perspectivas económicas globales, el compromiso de las autoridades para mantener el curso en la flexibilidad cambiaria, la prudencia en las políticas macroeconómicas y las reformas estructurales es crítico", agregó Georgieva.

Egipto, uno de los mayores importadores mundiales de trigo, fue impactado de lleno por la suba de los precios y la reducción en la oferta que causó la guerra, y, desde entonces tuvo que incurrir a fuertes devaluaciones de su moneda, incluida una de 18% a fines de octubre, según reporta la agencia de noticias Bloomberg.

Además, se registró una fuerte fuga de capitales con un retiro de US$ 22.000 millones por parte de los inversores del extranjero.

El país norafricano es uno de los más endeudados de Medio Oriente (la deuda representa 70,4% de su PBI), y tuvo que vender participaciones en sus firmas estatales a países del Golfo Pérsico.

Egipto ya sufrió anteriormente la escasez de dólares, y en 2016 le solicitó al FMI un crédito de US$ 12.000 millones.

El ministro de Finanzas egipcio, Mohamed Maait, declaró el mes pasado que el préstamo del FMI podrá ser de gran ayuda frente a necesidades de financiamiento que serán de US$ 16.000 millones en los próximos cuatro años.