ESTADOS UNIDOS
Ejecutaron a la primera mujer en recibir la pena de muerte en casi 70 años
Le suministraron una inyección letal tras ser condenada en 2007 por asesinar a una joven embarazada de ocho meses.
El estado de Indiana ejecutó a Lisa Montgomery, la única mujer que estaba en el corredor de la muerte de los Estados Unidos. Se trata además de la primera en ser ejecutada a nivel federal en más de seis décadas. La medida se dispuso después de que el Tribunal Supremo levantara la suspensión que horas antes había ordenado una corte federal.
Montgomery tenía 52 años y en 2007 la condenaron por matar en 2004 a Bobbie Jo Stinnett, una mujer de 23 años que estaba embarazada de ocho meses, para secuestrar a su beba. La niña fue recuperada sana y salva por las autoridades y devuelta a su familia biológica.
El departamento de Justicia anunció en un comunicado que la condenada recibió una inyección letal “de acuerdo con la pena capital recomendada por unanimidad por un jurado federal e impuesta por la Corte del Distrito de Estados Unidos” de Missouri. La ejecución fue en el complejo penitenciario de Terre Haute y su muerte se certificó durante la madrugada.
Montgomery renunció al derecho a decir sus últimas palabras. Se limitó a responder “no” cuando uno de sus verdugos le preguntó si quería hacer declaraciones previo a la ejecución. Se trata de la primera ejecución de una mujer a nivel federal desde 1953, y se produce a una semana de que Joe Biden asuma la presidencia de los Estados Unidos.
Un juez federal había ordenado el lunes suspender la ejecución a pedido de la defensa. Pero el ministerio de Justicia apeló esa decisión y un tribunal de apelación anuló el fallo. Mientras que la Corte Suprema de los Estados Unidos, ante la que se habían presentado dos recursos distintos, le dio razón en ambos casos a los abogados del gobierno de Donald Trump.
Durante el proceso judicial los abogados de Montgomery argumentaron que sufría una enfermedad mental porque durante su infancia fue víctima de abusos sexuales. Su letrada Kelley Henry afirmó: “Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente esa ejecución”. Sostuvo que “la actual administración lo sabe, y la mataron de todos modos”.
El 16 de diciembre de 2004 condujo desde su casa en Kansas hasta la vivienda de Stinnett en Skidmore con la excusa de comprarle una mascota. Cuando llegó al lugar agarró una cuerda y estranguló a la víctima, que estaba embarazada de ocho meses.
Montgomery le cortó la panza con un cuchillo y secuestró a la beba, a la que intentó hacerla pasar como si fuera su propia hija. Al día siguiente fue detenida y la hija de la víctima fue devuelta a su padre biológico, que había ido a trabajar cuando su esposa fue asesinada.