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El 'Chernóbil chileno' llega a su final

El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de Chile autorizó el cierre de la Fundición Ventanas, la planta procesadora de cobre, inaugurada en 1964,

La fundición de cobre de la localidad de Ventanas, ubicada entre las comunas de Quinteros y Puchuncaví, en la región de Valparaíso (centro), finalizará sus actividades tras décadas de contaminación atmosférica con gases como dióxido de azufre (SO2) y material particulado, junto con metales como arsénico y plomo.

La producción de la planta, llamada por Greenpeace como el Chernóbil chileno, finalizará a fines de mayo de 2023, luego de que el Sernageomin "expresó su conformidad" con el expediente técnico de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) que autorizó el cese definitivo de las operaciones de la planta, informó Radio Universidad de Chile.

"Con la aprobación por parte del Sernageomin del plan de cierre temporal de la fundición, comenzamos a materializar un proceso que hemos venido preparando de manera planificada", indicó Ricardo Weishaupt, gerente general de la División Ventanas, perteneciente a la estatal Codelco.

"Todo esto ha sido desarrollado a través de un plan de transición laboral justa, en diálogo permanente con los dos sindicatos que representan a nuestros trabajadores y trabajadoras, así como de un acompañamiento a nuestras empresas contratistas", afirmó.

Historia de Ventanas

El complejo químico-industrial ha sido cuestionado a lo largo de décadas por el daño medioambiental y a la salud de los habitantes de la zona, donde se han declarado emergencias sanitarias debido a intoxicaciones múltiples y que han provocado incluso la reubicación de escuelas y centros de salud.

La División Ventanas de Codelco —su nombre oficial—, además de una fundición de cobre, contaba con cuatro plantas termoeléctricas a carbón y gas que fueron cerrando con los años, además de producir distintos tipos de químicos como ácido sulfúrico, restante de la refinación de cobre.

En junio de 2022, el presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció el proceso del progresivo cierre de la fundición Ventanas de la cuprífera estatal, luego de los graves episodios de intoxicación registrados en la zona de sacrificio ambiental.

La cuestionada planta se remonta a la década de 1960, con la llegada de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) a la zona de la bahía de Quintero. En 1961 se iniciaron las obras de la fundición cuprífera, perteneciente a la Empresa Nacional de la Minería.

Inaugurada el 30 de septiembre de 1964 por el expresidente Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964), Ventanas fue la mayor instalación industrial de la región de Valparaíso. Dos años más tarde, bajo el Gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970), se dio el inicio de funciones a la refinería, la cual en esos años generó empleo en una zona con escasas actividades productivas.

Los estándares de la época no advirtieron el daño al medioambiente y a la salud de los habitantes de la zona. No fue hasta el retorno a la democracia en 1990, en que se reconoció el problema ambiental de saturación por anhídrido sulfuroso y material particulado del complejo industrial.

En el 2011, 23 niños y siete adultos presentaron síntomas de intoxicación en la Escuela La Greda, ubicada a 500 metros de la fundición. Codelco resolvió financiar el traslado de la escuela a una distancia de dos kilómetros como solución a la problemática ambiental.

Entre agosto y octubre de 2018, se registraron 1.200 casos de intoxicación, con responsabilidades indeterminadas a la fecha y cuya causa sigue abierta en la Justicia chilena