Protestas
El Congreso de Guatemala suspendió el trámite del presupuesto
Sectores disconformes, habían llamado a manifestaciones contra el Gobierno por no destinar en el presupuesto suficientes recursos para combatir la pobreza y la desigualdad.
El Congreso de Guatemala suspendió hoy el polémico presupuesto 2021, cuya aprobación desató protestas el fin de semana en las que manifestantes incendiaron la sede del Parlamento y pidieron la renuncia del presidente, el conservador Alejandro Giammattei.
"Con la finalidad de mantener la gobernabilidad del país y la paz social, hemos acordado suspender el trámite del presupuesto 2021", informó el presidente del Parlamento, el oficialista Allan Rodríguez, en un mensaje a la nación por el canal del Congreso.
Rodríguez explicó que el procedimiento legislativo fue suspendido y por tanto el decreto que avala el presupuesto ya no será remitido al presidente guatemalteco, a quien le correspondía aprobarlo o vetarlo, informó la agencia de noticias AFP.
Ahora, los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según estipulan las leyes del país latinoamericano, de lo contrario, seguirá vigente el que regía este año, por unos 10.390 millones de dólares.
El vicepresidente del país, Guillermo Castillo, que el viernes ofreció a Giammattei dimitir juntos "por el bien del país", pidió ayer al Ministerio Público que investigue la quema de oficinas del Congreso pero también la represión policial.
El Congreso había aprobado préstamos por más de 3.800 millones de dólares para atender la pandemia, pero apenas un 15% de esos recursos llegó a los guatemaltecos, según datos oficiales y de organizaciones fiscalizadoras.
El manejo de la crisis sanitaria por parte de Giammattei, un médico de 64 años, fue criticado por su vicepresidente, la oposición y sectores sociales, que denuncian carencias en los hospitales y deficiencias para atender a los sectores más afectados por los confinamientos.
Según datos oficiales, se registran casi 120.000 contagios de Covid-19 y más de 4.000 muertos en este país de 17 millones de habitantes.