bombas de racimo
"El efecto nefasto de las municiones de racimo podrá sentirse años después del fin del conflicto"
La decisión de EEUU de suministrar municiones de racimo a Kiev provocará una dramática escalada del conflicto en Ucrania y agravará la tragedia humanitaria.
"Las municiones de racimo, si no explotan en el momento del uso, se convierten en minas que más tarde matan y mutilan a la población civil, en primer lugar a los niños y las mujeres. Además, provocan la pérdida de medios de subsistencia, dificultan la reconstrucción de lo destruido, obstaculizan la repatriación de los refugiados y la prestación de la ayuda humanitaria. Su efecto nefasto podrá sentirse años después del fin del conflicto", subrayó Ennio Bordato.
Bordato ha recodado que Italia firmó y ratificó la Convención de 2008 sobre las municiones de racimo, la que prohíbe usarlas, fabricar, almacenar y traspasar directa o indirectamente. El Gobierno italiano ha confirmado ahora esta posición, negándose a unirse a la decisión tomada por EEUU, señaló.
Bordato, cuya asociación durante muchos años se dedicó a prestar ayuda humanitaria a la población de Donbás, recordó que "durante el conflicto sangriento que comenzó en 2014, el Ejército ucraniano empleó municiones de racimo usando misiles Tochka-U, lo que provocó muerte masiva de las personas en primavera de 2022 en Donetsk y Kramatorsk".
"La sede de la asociación Ayúdennos a salvar a los niños está en la ciudad de Rovereto [norte de Italia], que vivió una gran tragedia durante la Primera Guerra Mundial y más tarde fue declarada Cuidad de la Paz. En Rovereto se encuentra la Campana de los Caídos, para crearla se fundieron armas de los principales participantes de aquella conflagración mundial. Siendo habitante de Rovereto, quiero que las autoridades urbanas promuevan iniciativas concretas para contribuir al diálogo sobre la solución del conflicto ucraniano. Con este fin he enviado una carta abierta al Consejo Comunal de Rovereto", refirió.
El mensaje de Bordato indica que "en la actual situación internacional, la que con cada día que pasa se desliza siempre más a un conflicto mundial, a un Holocausto nuclear, ha llegado la hora para que cada persona —que cree en la paz y el diálogo y trabaja en aras del futuro de la humanidad, de las nuevas generaciones, de la igualdad y la amistad entre los pueblos— levante su voz".
"Que tras nueve años del ensordecedor silencio, el Consejo Comunal de Rovereto, Ciudad de la Paz, declare su condena a los suministros de las municiones de racimo a Ucrania y empiece a promover enérgicamente el diálogo por la paz (...). Que empiece a organizar debates públicos para informar mejor a la opinión pública sobre el conflicto que se silenciaba hasta 2022, hasta llegar la comprensión de la seriedad del momento. Que la diplomacia popular se convierta en el principal instrumento de una auténtica política de la paz", se subraya en el mensaje.
Bordato fundó su asociación en 2001, para ayudar a los menores de edad que se veían en situación complicada en Rusia y en los países con población rusohablante. Tras el trágico atentado de Beslán (república rusa de Osetia del Norte, 2004), esta organización fue una de las primeras que decidió prestar una ayuda eficaz a las personas que habían sido tomadas como rehenes por los terroristas, e invitó a pasar vacaciones en Italia a 63 de ellas, incluidos 33 niños de Beslán.
Durante los últimos años, Bordato estuvo realizando un importante proyecto en materia de sanidad en la provincia de Arjánguelsk (norte de la parte europea de Rusia) y seguía prestando ayuda humanitaria a la población de Donbás, por lo que fue condecorado con la medalla Al Participante del Convoy Humanitario.
El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció el 7 de julio la decisión de empezar a suministrar municiones de racimo a Kiev. La portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, subrayó que esos envíos ponen en amenaza a la población civil y apuntan a alargar la crisis. Militares rusos denuncian que el Ejército ucraniano ya usó municiones de racimo en sus ataques contra Donbás, en particular, contra la ciudad de Donetsk. Según el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, teniente general Ígor Konashénkov, eso es una confirmación de que a las tropas ucranianas se les planteó el objetivo de matar el máximo número posible de los habitantes pacíficos.