Extradición

El expresidente Alejandro Toledo llega a Perú tras ser extraditado por Estados Unidos

El antiguo líder de Perú Posible ingresará en la misma prisión en la que se encuentran los también exmandatarios Alberto Fujimori y Pedro Castillo

Perú se convierte desde este 23 de abril en un país con tres expresidentes en prisión. Alejandro Toledo ha aterrizado este domingo en Lima después de ser extraditado por Estados Unidos, donde estuvo seis años evadiendo la justicia del país que lideró entre 2001 y 2006.

Toledo enfrenta cargos por lavado de activos y colusión, delitos por los que la Fiscalía pide un castigo de 20 años y seis meses. El exmandatario se suma a Alberto Fujimori, sobre quien pesa una condena de 25 años por delitos contra los derechos humanos, y Pedro Castillo, que encara dos órdenes de prisión preventiva por los presuntos delitos de rebelión y organización criminal.

El arribo de Toledo confirma la decadencia de la investidura presidencial en una nación que ha tenido once gobernantes en los últimos 23 años.

Toledo, a quien se le ha dictado 18 meses de prisión preventiva para afrontar su juicio, pisó suelo peruano minutos después de las 7.00 (hora local), en el vuelo comercial LA535 procedente de Los Ángeles. El exlíder de Perú Posible se entregó a la justicia norteamericana el viernes después de un dilatado proceso donde su defensa interpuso diversos recursos para frenar su vuelta al país sudamericano.

El Ministerio Público lo acusa de haber recibido sobornos por 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de favorecerla en la concesión de la carretera Interoceánica.

Todo indica que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) recluirá a Toledo en el Penal de Barbadillo, en el distrito de Ate, donde actualmente se encuentran Fujimori y Castillo. A su llegada a Perú, el economista vestía casaca verde, suéter rojo y llevaba una segunda casaca sobre sus manos para cubrir sus esposas.

Antes del embarque para regresar a su país, a Toledo se le vio en silla de ruedas, cabizbajo, en una imagen que distaba de sus años de opulencia. Toledo, nacido en Áncash, fue el primer gobernante peruano de rasgos andinos, lo que empleó con inteligencia para conectar con un electorado decepcionado por la corrupción y la espiral de violencia del Fujimorismo en los años noventa.