Vaticano
El papa removió a la cúpula de Cáritas Internacional
Una auditoría dispuesta por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral evaluó el ambiente de trabajo en el Secretariado General del organismo a partir de las quejas de los trabajadores por el trato recibido.
El papa Francisco decretó este la remoción de la cúpula de Cáritas Internacional (CI) y designó un "comisario extraordinario" para que reestructure a la organización y haga una "revisión" de las normas internas luego de una auditoria que evidenció quejas de los trabajadores por el trato.
El pontífice dispuso este martes que el italiano Pier Francesco Pinelli asuma como "comisario extraordinario" a partir de este martes y dirija la institución para "mejorar el cumplimiento" de su misión y avanzar en una "revisión del marco normativo actual", informó el Vaticano en un comunicado.
"Con la viva voluntad de favorecer la propuesta de renovación de la institución", Francisco decretó que desde este martes cesan en sus funciones los miembros del Consejo de Representación, del Consejo Ejecutivo, el Presidente, el Vice, el secretario general y otros altos cargos.
Pinelli, según el decreto dado a conocer por el Vaticano, "actualizará los Estatutos y el Reglamento" de Cáritas "para su mayor funcionalidad y eficacia, orientando a la institución en la elaboración de la próxima Asamblea General".
En su nueva tarea, Pinelli estará acompañado por el cardenal filipino Luis Tagle y enmarcará su trabajo en el ámbito del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
La medida, se anunció, "no tendrá impacto en el funcionamiento de las organizaciones miembro y en el servicio de caridad y solidaridad que llevan a cabo alrededor del mundo; es más, servirá para reforzar dicho servicio".
Al inicio de 2022, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral encargó una evaluación sobre el ambiente de trabajo en el Secretariado General de CI "en consonancia con los valores católicos de dignidad humana y respeto por cada persona", que fue comandado por Pinelli y un equipo de psicólogos.
"De este trabajo en equipo -explica un comunicado del Dicasterio- no surgieron evidencias sobre mala gestión financiera ni comportamientos inapropiados de carácter sexual, pero sí se evidenciaron otros temas importantes y áreas de atención urgente, y emergieron deficiencias en los procedimientos de gestión, que también tuvieron un efecto negativo en el espíritu de equipo y la moral del personal".