CIENCIA EN PANDEMIA

El robot educativo que inventaron en Perú para ayudar a los niños sin escuela

El profesor que la creó alimentó a la robot con los audios de "Aprendo en Casa", el plan estatal de educación a distancia, y otros materiales en quechua y español. 

Perú es el segundo país más golpeado por el coronavirus en la región, luego de Brasil y por eso los científicos peruanos, con o sin respaldo económico del Estado, buscan soluciones.

El país destina una de las más bajas inversiones en investigación científica de Sudamérica: 0,1% del PIB. Entre las soluciones más destacadas y baratas que han propuesto los científicos figuran una prueba rápida de detección de Covd, cascos para suministrar oxígeno a pacientes con coronavirus y una niña robot para la educación en comunidades rurales bilingües donde no hay electricidad ni Internet.

Recordemos que las clases presenciales fueron suspendidas en Peru, al igual que en Argentina, en marzo y la educación es a distancia desde abril.

En ese contexto y a unas 15 horas de Lima por la ruta, en la andina región Huancavelica, el profesor Walter Velásquez ha creado una niña robot para estudiantes rurales sin acceso a internet ni electricidad.

”Kipi es como una niña rural que lleva esperanza, comparte conocimiento, tiene información, es superecológica porque funciona con energía solar, pone música y baila, da alegría”, dijo Velásquez al diario español EL PAÍS sobre su invento, hecho de chatarra electrónica y un par de ruedas de una carretilla vieja.

El profesor Santiago Antúnez alimentó a la robot con los audios de "Aprendo en Casa", el plan estatal de educación a distancia, y otros materiales en quechua y español. 

Kipi pesa casi seis kilos, dependiendo de la cantidad de paneles fotovoltaicos que le coloquen, y debe su nombre a quipi, en quechua, la carga que uno lleva a la espalda envuelta en una manta