Oligarca ruso
El ruso Roman Abramovich habría protegido activos por más de USD 4.000 millones
Para evitar las sanciones que luego cayeron sobre su nombre el magnate habría transferido la propiedad de un superyate y una mansión, entre otras propiedades millonarias
En las últimas horas se filtraron una serie de archivos sobre Roman Abramovich, donde se revela que el magnate ruso transfirió una serie de fideicomisos de miles de millones de dólares en activos a manos de sus hijos, antes de que se le impusieran sanciones a su nombre.
Los documentos, revelados por The Guardian, detallan que 10 fideicomisos offshore secretos en beneficio de Abramovich fueron reorganizados velozmente tres semanas antes del comienzo de la guerra de Rusia en Ucrania.
De hecho, la maniobra tuvo lugar tan solo días después de que los gobiernos “occidentales” amenazaran con imponer sanciones contra los oligarcas rusos en caso de una invasión en territorio ucraniano, conflicto bélico que continúa al día de hoy.
El análisis de los documentos sugiere que las enmiendas convirtieron a los siete hijos de Abramovich en beneficiarios de fideicomisos con activos por un valor de al menos 4.000 millones de dólares, aunque se especula que el monto podría ser mucho mayor, según señaló The Guardian.
Dentro de estos activos se encuentra la propiedad de inmuebles de lujo, superyates, helicópteros, aviones privados y más, tal como detalló Business Insider.
Expertos en sanciones internacionales le explicaron al medio británico que la maniobra de reorganización de fideicomisos podría complicar el cumplimiento de las penalidades sobre el oligarca ruso, y plantea la pregunta sobre si sus hijos también deberían ser sancionados al igual que su padre.
Las sanciones que recaen sobre Abramovich fueron impuestas por el Reino Unido y los gobiernos de la Unión Europea (UE), ya que lo presentan como un oligarca pro-Kremlin que se habría beneficiado de sus estrechas relaciones con Vladimir Putin; por su parte el magnate de los metales negó dichos vínculos y comenzó acciones legales para anular las medidas sobre su nombre.
La vida de lujo de Abramovich
Según las filtraciones, se sugiere que los activos presentes en los fideicomisos transferidos a los hijos de Abramovich incluyen desde acciones en grandes empresas rusas hasta otros activos más llamativos como el Eclipse, un superyate de lujo con 9 cubiertas y dos helipuertos.
El Eclipse es un yate de 163 metros de largo que, según Scmp, tuvo un valor de 700 millones de dólares cuando fue construido y se cree desde hace mucho tiempo que pertenece al magnate ruso, aunque oficialmente está en manos de Europa Trust, tal como detalla el diario inglés
Otro de los activos que se podrían haber protegido con la reorganización de los fideicomisos es una mansión valuada en 90 millones de libras esterlinas (USD 109.661.850) ubicada en Kensington Palace Gardens, una de las calles más exclusivas de Londres.
No sería raro que Abramovich haya comprado una propiedad en esta ciudad, ya que antes de las sanciones era el propietario del Chelsea Football Club.
La propiedad cuenta con 15 habitaciones y una piscina subterránea y oficialmente es propiedad de Corp Trustee, pero los documentos sugieren que la empresa con sede en Chipre posee la propiedad en nombre de KPG Trust, cuyo único beneficiario, hasta febrero de 2022, era Roman Abramovich.
Otro de los activos de Abramovich es la empresa Granite Capital Holdings, de las Islas Vírgenes Británicas, la misma estaba siendo seguida por el Gobierno de Canadá, quien dijo el mes pasado que planeaba incautar 26 millones de dólares en nombre de dicha compañía, ya que era propiedad del magnate.
No obstante, los documentos filtrados indican que el oligarca ruso dejó de ser propietario de la empresa para que sus hijos ocupen ese lugar.
Además de estas lujosas propiedades, a lo largo de los años Abramovich y su familia viven una vida exclusiva y con todos los lujos. Según The Guardian, durante décadas la red de compañías del oligarca les ha permitido adquirir aviones como un Boeing 787 Dreamliner, varios helicópteros Airbus y hasta pagarle a la estrella pop hoy fallecida, Prince, un concierto privado en el Caribe.