Reunión Bilateral

Estados Unidos y China, la incomodidad de los pesos pesados

A un par de días del puntapié inicial de lo que promete ser la gran cumbre histórica del G20, Joe Biden y Xi Jinping se reunieron como estaba pautado. El saludo ante las cámaras fue tenso, de protocolo e incómodo para ambos.

Es el primer cara a cara entre Xi Jinping y Joe Biden, desde que el actual presidente norteamericano llegó a la Casa Blanca.

Los dirigentes hablarán de distintos asuntos: competencia comercial, Taiwán, Ucrania, Coreas y 'líneas rojas' de ambos.

Banderas chinas y estadounidenses estaban quietas casi como el presidente chino al momento de saludar a su par estadounidense. Joe Biden caminó varios pasos hasta Xi, que sólo dio unos pocos, estrecharon manos y mirada ante las cámaras, incomodidad de por medio y coincidieron en "encontrar la dirección correcta" para evitar un "conflicto".

Primeras palabras

Biden le comentó a Xi que "no hay sustituto" para las reuniones cara a cara y que estaba comprometido a "gestionar las diferencias para evitar que la competencia se convierta en conflicto".

Del otro lado, Xi instó a "encontrar la dirección correcta" para las relaciones bilaterales. "El mundo está una encrucijada y espera que China y Estados Unidos gestionen de forma adecuada su relación", subrayó y los dos coincidieron en oponerse al uso de bombas atómicas en Ucrania.

El comunicado de la Casa Blanca y la prensa china

El encuentro se desarrolló "con sinceridad" sobre Ucrania y también Taiwán. Biden criticó el "comportamiento agresivo" de Corea del Norte por sus lanzamientos, señalando que el mundo tiene que "motivar" a este país a "actuar con responsabilidad", indicó el comunicado

Xi coincidió con su par estadounidense en líneas generales: respecto de las preocupaciones sobre Ucrania, y en la necesidad de hacer que los lazos bilaterales vuelvan a la senda del desarrollo saludable y estable, aunque fue categórico al advertir a Biden que Taiwán "es la primera línea roja" que Estados Unidos no debe cruzar, informó el periódico chino Global Times.

Xi agregó: "Nuestra reunión de hoy ha atraído la atención mundial. Debemos trabajar junto con otros países para inyectar esperanza en la paz mundial, confianza en la estabilidad global e impulso para el desarrollo colectivo".

La relación de los Gigantes están en su parte más baja debido a las divergencias comerciales y geopolíticas: la situación de Taiwán, las pruebas militares de Corea del Norte y las diferencias de posturas ante la guerra en Ucrania.

Desde la última vez que hablaron hasta el G20

Sinceramente, casi nadie tiene expectativas de que allá grandes cambios en sus políticas o avances de significado en su relación, tal y como lo demostró la última conversación telefónica que tuvieron, de 137 minutos, a finales de julio: el líder asiático advirtió al mandatario de Estados Unidos no "jugar con fuego" por Taiwán, y el jefe de la Casa Blanca ratificó que la postura de su país sobre esa isla "no ha cambiado".

Pero…

"No hay necesidad de una nueva Guerra Fría", expreso un sonriente Biden ante la prensa al terminar la cumbre de más de tres horas con XI Jinping. "Estoy convencido de que él entendió exactamente lo que yo estaba diciendo, y yo entendí lo que él estaba diciendo", comunicó el  The Washington Post, que además informo que el mandatario estadounidense no cree que un ataque chino a Taiwán sea inminente. Recalcó además que, si bien Estados Unidos y China compiten de forma intensa, ninguno de los quiere un conflicto.

"No lo vi más confrontativo o conciliador que de costumbre, lo encontré como siempre ha sido: directo y franco", dijo Biden, ahora que el líder chino ha consolidado su poder.

Taiwán rojo sangre

El Ministerio chino de Exteriores de China sacó un comunicado: Xi le avisó a Biden que Taiwán es China y que es "la primera línea roja que no se debe cruzar" y aseguró que espera que EE.UU. haga "honor a su promesa" de no apoyar una eventual independencia de la isla.

Por su parte, la Casa Blanca dijo que Biden comunicó a Xi que su política hacia Taiwán no ha variado y que sigue oponiéndose a cualquier "cambio unilateral" en el statu quo.

Biden reiteró su apoyo de "una sola China", que significa que el único gobierno chino al que reconoce Washington es el que tiene sede en Beijing, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.

A cambio de reconocer ese principio, sin embargo, Estados Unidos firmó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, que compromete al país con la defensa de Taiwán, aunque no deja claro si la potencia intervendría en caso de ataque chino en una política conocida como "ambigüedad estratégica".