Conflicto

Europa está expectante ante la reunión entre Estados Unidos y Rusia por Ucrania

El encuentro será hoy en Ginebra. El país euroasiático pretende que los norteamericanos retiren sus armamentos.

En medio de sombrías perspectivas, Estados Unidos y Rusia celebrarán desde hoy cruciales conversaciones estratégicas que tienen a Ucrania como eje central y que podrían determinar el futuro de sus relaciones bilaterales y las de Washington con el resto de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La posibilidad de una invasión rusa de Ucrania encabezará la agenda de los diálogos de alto nivel de esta semana en Europa, pero mezclada con varias crecientes disputas en otros ámbitos, desde armas nucleares a ciberdelito y cuestiones diplomáticas diversas, que ambas partes también deberán superar para que se alivien las tensiones.

En un hecho que complica aún más las cosas, el reciente envío de tropas rusas a Kazajistán en apoyo al gobierno ante una ola de protestas (ver página 7) podría ensombrecer todo el ejercicio diplomático y hacer más difícil el hallazgo de un consenso mínimo.

Con mucho en juego y ambos advirtiendo de funestas consecuencias si el proceso fracasa, Estados Unidos y Rusia han dejado en claro posiciones tan divergentes que hacen casi imposible imaginar una pronta solución a niveles de desconfianza con pocos precedentes desde la caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría.

La posición de Rusia

El vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, quien encabezará la delegación rusa en Ginebra, se dijo ayer “decepcionado” por las señales provenientes tanto de Estados Unidos como de la OTAN, consultado por medios rusos sobre las declaraciones de ayer a la prensa de los funcionarios estadounidenses.

“No aceptaremos (que se nos imponga) ninguna concesión. Está totalmente descartado”, dijo Riabkov a Sputnik y otras agencias de noticias de Rusia.

El país euroasiático quiere que las conversaciones den como resultado garantías vinculantes y por escrito de que la OTAN no se expandirá más hacia el este y de que EE. UU. retirará armamentos desplegados en partes de Europa.

Norteamérica y sus aliados de la OTAN y la Unión Europea (UE) dicen que tales demandas son inaceptables y que Rusia las presenta de manera intencional para distraer y dividir.

Para evitar lo que Washington ve como esfuerzos de Rusia de sembrar discordia entre los aliados occidentales, el gobierno de Biden ha insistido en subrayar que ni Ucrania ni Europa serán excluidos de cualquier discusión sobre la seguridad en el Viejo Continente.

El encuentro de alto nivel marca el inicio de un maratón diplomático que durará toda la semana, durante el cual Rusia se reunirá con la OTAN el miércoles en Bruselas y también con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) el jueves en Viena para explorar todas las cuestiones, quizás con mayor profundidad.

El planteo de Estados Unidos

Estados Unidos estará representado en Ginebra por la subsecretaria de Estado Wendy Sherman. El jefe de la diplomacia, Antony Blinken, ha desestimado muchas de las exigencias de Moscú y advirtió que será difícil que progrese el diálogo mientras Rusia tenga “una pistola apuntando en la cabeza a Ucrania”.

“Estamos dispuestos a responder con fuerza a una nueva agresión rusa. Pero una solución diplomática aún es posible, y preferible, si Rusia la elige”, dijo Blinken el viernes pasado.

En junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con su par estadounidense, Joe Biden, en Ginebra y acordaron establecer un diálogo regular encabezado por Sherman y Riabkov.

En dos conversaciones telefónicas posteriores, Biden advirtió a Putin de que si invade Ucrania, las consecuencias serán duras.

Las tensiones van en aumento desde que Rusia comenzó a apostar decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania, a cambio de garantías de que la OTAN no seguirá expandiéndose hacia sus fronteras.