Gas

Europa reactiva las plantas de carbón ante la crisis del gas ruso

Países europeos vuelven al carbón para suplir el menor suministro del gas ruso.

Europa empieza a sentir las consecuencias de los cortes en el envío de gas proveniente de Rusia, por lo que varios países del viejo continente han decidido volver a recurrir al carbón, como alternativa para suplir la falta del hidrocarburo y de esa manera reducir el consumo de gas para acumular reservas de cara al próximo invierno.

La situación se ha complicado aún más desde la semana pasada, a partir del anuncio de Moscú de recortar el suministro por el gasoducto Nord Stream 1, afectando a Alemania, Italia, Francia y Austria. La decisión del gobierno ruso se conoció al mismo tiempo que los mandatarios de estos países viajaron a Kiev para apoyar la candidatura de Ucrania a la Unión Europea.

Los flujos a través del gasoducto Nord Stream 1 se redujeron en cerca de un 60% mientras el canciller alemán, Olaf Scholz, y sus homólogos de Francia, Italia y Rumanía viajaban a Ucrania para apoyar la candidatura del país a la Unión Europea. La decisión de Rusia llevó a que los precios del hidrocarburo se dispararan más del 40% durante la última semana.

A raíz de esto, Alemania decidió reactivar las plantas de carbón y proporcionar financiación para asegurar el gas para el invierno, un esfuerzo que costaría unos 15.000 millones de euros al valor actual. El objetivo es reducir el volumen de gas que se emplea para generar electricidad y usar en su lugar carbón, cifrándose en un 15% el porcentaje de la electricidad producida con gas en 2021 en el país europeo.

Actualmente, el almacenamiento de gas alemán se encuentra a un 57% de su capacidad. La administración del canciller Olaf Scholz también planea ofrecer incentivos a la industria para reducir el consumo de gas y hacer que los suministros necesarios estén disponibles para su almacenamiento.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Alemania se ha preparado para un recorte y ha recurrido a distintos recursos, incluida la obtención de terminales flotantes para importar gas natural licuado, para cubrir un posible déficit de suministro, teniendo en cuenta que la mayor economía de Europa sigue dependiendo de Rusia para el 35% de sus necesidades de gas.

En Austria, en tanto, Verbund AG, controlada por el Estado, recibió este domingo la orden de preparar su central de carbón de Mellach para que pueda funcionar. La central, situada a 200 kilómetros al sur de Viena, se cerró hace dos años, lo que convirtió a Austria en el segundo país europeo en eliminar por completo el carbón de su red eléctrica.

Países Bajos, por su parte, decidió permitir el pleno funcionamiento de las tres centrales carboneras que quedan en el país hasta 2024. Hasta ahora el rendimiento de esas centrales se limitaba a un máximo del 35% debido a la alta contaminación que supone la quema de carbón, pero a raíz de la emergencia, podrán quemar el combustible fósil en su totalidad.

El Gobierno neerlandés aseguró que planean tomar medidas adicionales para compensar la contaminación de CO2 que van a dejar esas plantas. Además anticiparon que habrá subvenciones gubernamentales para las empresas que reduzcan el consumo de gas y apoyo material para los ciudadanos que tienen dificultades para costear las elevadas facturas energéticas.