ATAQUE TERRORISTA
FBI indaga ataque incendiario en Boulder como acto de terrorismo selectivo
Una manifestación pacífica en apoyo a los rehenes israelíes terminó en caos y horror cuando un hombre lanzó cócteles molotov contra los asistentes en Colorado; el FBI investiga el hecho como un posible crimen de odio y ataque terrorista.
Una escena de violencia extrema sacudió la ciudad de Boulder, en el estado de Colorado (EE. UU.), este domingo, cuando un sujeto no identificado atacó con cócteles molotov a un grupo de manifestantes que participaban en una caminata denominada Run For Their Lives, en solidaridad con los rehenes israelíes que aún permanecen cautivos en Gaza.
El saldo: al menos cinco personas heridas, una de ellas con quemaduras graves tras ser alcanzada directamente por una de las bombas incendiarias.
Según testigos, el agresor aguardaba frente al edificio del juzgado del condado, botella en mano, y esperó a que el grupo pasara para lanzar los artefactos incendiarios. La escena fue descrita como espeluznante: una mujer fue alcanzada de lleno y envuelta en llamas, obligándola a rodar en el suelo mientras otros participantes intentaban auxiliarla. Otros cuatro manifestantes sufrieron heridas de diversa consideración.
El director del FBI, Kash Patel, anunció a través de la red social X que el organismo federal ya se encuentra investigando el hecho como un posible “ataque terrorista selectivo” con un componente de crimen de odio. Las autoridades temen que el incidente tenga un trasfondo ideológico o antisemita, lo cual ha encendido las alarmas a nivel nacional.
La protesta atacada forma parte de una serie de manifestaciones regulares que se realizan cada semana en diferentes ciudades estadounidenses para exigir la liberación de los rehenes capturados por Hamás durante el conflicto en Medio Oriente. En este caso, los organizadores no habían recibido ninguna amenaza previa.
Hasta el momento, la identidad del atacante no ha sido revelada. La policía de Boulder trabaja junto al FBI recabando testimonios de los testigos y revisando las cámaras de seguridad cercanas para dar con su paradero.
El ataque ha generado condena generalizada y renovado el debate sobre la seguridad en eventos públicos con connotaciones internacionales, así como el aumento de ataques vinculados al extremismo ideológico dentro del país.