Caos

Francia entre basura, huelgas y una política que golpea a los trabajadores

El presidente Emmanuel Macron lanzó por decreto la reforma que eleva la edad de la jubilación. Por las huelgas, París y otras ciudades están repletas de residuos.

Basura en las calles, huelgas y represión policial son parte del combo social que copa las ciudades de Francia luego de que el presidente, Emmanuel Macron, avanzara por decreto con una política que golpea a los trabajadores.

Es que, ante el rechazo político y la escalada de tensión en las calles, el jefe de Estado recurrió a un artículo de la Constitución que le permite avanzar con la reforma jubilatoria, una medida rechazada por una amplia porción de la población ya que eleva la edad para acceder al retiro.

La Alcaldía de París informó que, hasta ayer, se acumulaban en las calles diez mil toneladas de basura como resultado de una huelga de los recolectores de residuos contra la nueva normativa.

Los medios informaron que los empleados municipales iniciaron una retención de tareas 12 días atrás, que no solo afectó la recolección, sino también el bloqueo de los incineradores de la capital. “No hemos tenido ningún camión en los distritos con recogida pública”, confirmó Delphine Bürkli, alcaldesa del distrito IX, quien pidió movilizar al “ejército para despejar las calles”.

“Los basureros tienen doce años menos de esperanza de vida, y siete años menos los empleados del alcantarillado. Con dos años más vamos a morir en el trabajo”, se quejó uno de los trabajadores que llevó adelante la protesta.

Al caer la noche, diferentes localidades fueron sede de protestas de manifestantes a quienes la policía quiso dispersar con gases lacrimógenos. En una de las manifestaciones en Concorde, los huelguistas incendiaron un muñeco con la figura del presidente, lo que hizo que los ánimos estén más caldeados. “Desde hace semanas, millones están en las calles en contra de esta reforma, y ​​el gobierno nos desprecia”, dijo uno de los jóvenes estudiantes que salió a las calles.

En tanto, la oposición presentó en el Parlamento dos “mociones de censura” contra el gobierno.

“El voto de esta moción nos permitirá salir airosos de una profunda crisis política”, dijo el presidente del grupo parlamentario LIOT, Bertrand Pancher. Así, si alguna de las dos mociones presentadas fuese aprobada, caería el gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne, pero no Macron, quien amenazó con disolver la Asamblea elegida en junio en caso de un revés para su reforma.