Gracias a la mediación de la Unión Africana, finaliza la Guerra del Tigray

Con miles de muertos por combates y decenas de miles de muertos por una terrible hambruna provocada por los bloqueos totales del gobierno sobre las localidades rebeldes, el conflicto, que se inició en 2020 porque el gobierno central se negó a reconocer el triunfo de la gran coalición regionalista del Tigray, en el norte de Etiopía, estuvo atravesada por una constante guerra de guerrillas de las Fuerzas de Liberación del Tigray contra el Ejército Etíope.

Ante una sucesión de reveses militares, el gobierno endureció su campaña y hasta el Primer Ministro, Abiy Ahmed Ali, se puso al frente de las operaciones en 2021. Desde entonces, los rebeldes empezaron a perder terreno y comenzó así la tragedia humanitaria de los bloqueos sobre poblados bajo control de los rebeldes. Lo que causó una hambruna generalizada en la región del Tigray. Hambruna que no tuvo casi cobertura en los medios occidentales, pero que significó una tragedia humanitaria difícil de calcular.

Afortunadamente, y gracias a la inmensa labor diplomática de la Unión Africana, las partes en conflicto llegaron a un acuerdo. El gobierno reconocerá a las nuevas autoridades del Tigray, pero los rebeldes abandonarán las armas y pasarán a enmarcarse como un espacio político más de la región. El modelo tomado, fue el de Irlanda del Norte en 1997, cuando el IRA abandonó las armas y se limitó a las acciones políticas oficiales en el marco del Sinn Fein, con el reconocimiento oficial del gobierno británico.