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Hallaron huellas de niños neandertales que jugaban en la arena

Tienen un largo de 14 centímetros y fueron atribuidas a un menor de unos 6 años.

Un grupo de investigadores encabezado por Eduardo Mayoral, paleontólogo de la Universidad de Huelva, Andalucía, analizó un grupo de huellas dejadas hace 100.000 años en una playa en el sur de España. El sorprendente hallazgo reveló que algunas de las pisadas correspondían a niños de unos 6 años que, los científicos creen, se encontraban jugando en la playa.

Durante junio del año pasado dos biólogos descubrieron las huellas en la playa de Matalascañas, en el Parque Nacional de Doñana, tras un período de intensas tormentas y mareas altas. Pero fue luego de dos meses cuando se descubrieron las huellas de los neandertales, cuando el equipo de Mayoral examinó el lugar del hallazgo más detenidamente.

Se cree que cuando los neandertales dejaron las pisadas, la superficie ahora expuesta estuvo cubierta de agua. “Probablemente el agua no sería dulce, sino algo salobre, ya que se encontraron evidencias de cristales de sal marina (halita) en la superficie donde se encuentran las huellas”.

En total, los especialistas contaron 87 huellas que pertenecen a 36 neandertales y se remontan al período del Pleistoceno superior (hace unos 106.000 años). Esto daría a entender que son las huellas de neandertales más antiguas.

De los 36 pares de huellas, 25 son de ejemplares adultos y las 11 restantes, de niños. De acuerdo con el tamaño y la distribución de las pisadas, los especialistas creen que habrían sido hechas por un grupo que estaba relacionado entre sí, de ahí el concepto de familia.

El estudio indica que estos neandertales aplicarían una estrategia de caza que consistía en acechar animales en el agua como aves acuáticas o pequeños carnívoros. Esto se debe a que las marcas en el borde de la zona inundada mostraban que, más allá de las huellas fosilizadas, los individuos mayores no entraron al agua por completo.

Las huellas que más llamaron la atención de los científicos fueron dos pequeñas (de 14 centímetros) atribuidas a un menor de unos 6 años, y otras algo más grandes. Basándose en la distribución de los rastros, se concluyó finalmente que los niños habrían estado jugando en la orilla.