Medio Oriente

Hamas analiza una tregua impulsada por Trump y condicionada por Israel

El presidente estadounidense anunció que Israel aceptó una propuesta para detener los ataques por 60 días y la posibilidad de abrir negociaciones. Hamas responde con cautela y exige garantías de retirada militar y ayuda humanitaria.

El movimiento islamista palestino Hamas aseguró este miércoles estar evaluando un alto sentido de la responsabilidad las propuestas de alto el fuego en la Franja de Gaza, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que Israel aceptó una tregua de 60 días en el enclave. El grupo afirmó estar “trabajando para salvar las distancias entre las partes”, con la intención de alcanzar un acuerdo que incluya el fin de la ofensiva israelí y la entrega de ayuda humanitaria urgente a la población, mientras que las autoridades israelíes urgieron a no "desaprovechar" esta oportunidad, cuyas condiciones incluyen el "fin" de Hamas.

“Estamos llevando a cabo consultas nacionales para debatir las propuestas que hemos recibido (...) con el objetivo de alcanzar un acuerdo que garantice el fin de la agresión, la retirada y la provisión urgente de ayuda a nuestro pueblo”, señaló Hamas en un comunicado.

Las declaraciones se producen tras el anuncio de Trump, quien afirmó que Israel había dado luz verde a una tregua de 60 días, parte central de una iniciativa impulsada por el enviado de la Casa Blanca para Medio Oriente, Steve Witkoff. "Espero, por el bien del Medio Oriente, que Hamas tome este acuerdo, porque no se pondrá mejor — SOLO SE PONDRÁ PEOR", escribió el republicano en sus redes.

El ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, aceptó la propuesta durante su visita a Washington el martes, lo que motivó la publicación de Trump. Según medios estadounidenses, la propuesta incluye la liberación de 10 rehenes vivos y la entrega de los cuerpos de otros 14. Lo que se plantea no es un fin inmediato del conflicto, sino una nueva pausa para negociar una resolución definitiva. Hamas exige garantías para evitar repetir el escenario de marzo, cuando Israel reanudó los ataques pese a haber aceptado previamente continuar negociando el fin de la guerra.

"Israel ha acordado las condiciones necesarias para un alto el fuego de 60 días, durante el cual trabajaremos con todas las partes para poner fin a la guerra”, escribió Trump en Truth Social, indicando que mediadores cataríes y egipcios entregarán a Hamas esta "propuesta final”.

Una "gran posibilidad"

Desde el movimiento islamista reiteraron que cualquier acuerdo debe suponer el fin de las hostilidades, más aún tras la ruptura del alto el fuego del 18 de marzo, cuando Israel reanudó los bombardeos, provocando la muerte de cientos de personas en pocas horas. En los últimos días, a pesar de las conversaciones, Israel intensificó sus operaciones militares en nuevos sectores de Gaza.

Este miércoles, al menos 111 personas murieron por ataques israelíes, según fuentes médicas en Gaza. Con ello, el número total de palestinos muertos desde el 7 de octubre de 2023 supera los 57.000. En la víspera, el Ejército israelí afirmó haber atacado “más de 140 objetivos terroristas en 24 horas” y desmantelado unos tres kilómetros de túneles en el sur del enclave, supuestamente utilizados por Hamas.

Desde Gaza, la respuesta a la nueva propuesta de alto el fuego ha sido de esperanza contenida y profundo escepticismo. “Tengo la impresión de que el ejército intensifica las matanzas cada vez que se habla de tregua”, dijo Raafat Halles, un gazatí de 39 años, a la cadena catarí Al Jazeera.

Poco antes del anuncio del republicano, un portavoz de Hamas, Taher al Nunu, había señalado a AFP que estaban “dispuestos a aceptar cualquier propuesta que conduzca al fin de la guerra”. Desde El Cairo, Al Nunu reiteró que “hay una gran posibilidad” de que se alcance una tregua, aunque insistió en que lo planteado por Trump “es simplemente la iniciativa de Qatar de hace dos días” y no aporta elementos nuevos, más allá de promover la propuesta. Según esta fuente, los principales puntos de desacuerdo que frenan el avance de las negociaciones son “las condiciones para el fin de la guerra y la retirada militar israelí”.

Para el Gobierno de Benjamin Netanyahu, el final de la guerra debe implicar la eliminación de Hamas como actor político y el desmantelamiento de su brazo armado. El movimiento palestino, por su parte, exige la retirada total de las tropas israelíes del enclave y un alto el fuego permanente.

Una paz que no llega

Este miércoles, en una conferencia de prensa desde Ashkelon, Netanyahu fue contundente en sus objetivos, aunque evitó mencionar el acuerdo anunciado por Trump. “No habrá Hamas. Se acabó. Liberaremos a todos nuestros rehenes”, declaró. Según fuentes estadounidenses, el acuerdo implicaría la liberación de 10 rehenes vivos y la entrega de los cuerpos de otros 15.

Netanyahu se manifestó contrario a los que consideran incompatible el desmantelamiento de Hamas con la liberación de rehenes. "¿Son dos objetivos opuestos? ¡Qué disparate! Trabajaremos juntos. Lo completaremos juntos, al contrario de lo que dicen. Los eliminaremos por completo", sentenció.

Las principales demandas del movimiento islamista —fin definitivo de la ofensiva y retirada de las tropas— han sido rechazadas por el Ejecutivo israelí. Sin embargo, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, afirmó en redes sociales que existe “una gran mayoría en el Gobierno y entre la población” a favor del plan para liberar a los rehenes. “Si se presenta una oportunidad, ¡no hay que desaprovecharla!”, escribió.

Netanyahu, no obstante, enfrenta presión interna. Los partidos de extrema derecha de su coalición rechazan cualquier negociación con Hamas. Su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, encargado de Seguridad Nacional, manifestaron su oposición a una tregua y abogaron por continuar la ofensiva y restablecer asentamientos desmantelados en 2005. Sin el apoyo de los diputados de Smotrich y Ben Gvir, el primer ministro perdería la mayoría legislativa que sostiene su gobierno."Eliminaremos a Hamas (...) hasta la raíz", juró el primer ministro el miércoles.

Desde que se reanudó la guerra, familiares de refugiados y organizaciones humanitarias israelíes demandaron un cese de hostilidades que permita el retorno de los cautivos. “Estoy con las manos juntas rezando para que esto ocurra”, dijo Idit Ohel, madre del rehén israelí Alon Ohel, que aún permanece en la franja. “Espero que el mundo ayude a que esto se concrete, que presione a quien deba presionar, para que la guerra termine y los rehenes regresen”.

En medio de las tensiones, la comunidad internacional instó a ambas partes a avanzar en las negociaciones. El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, expresó su “esperanza y expectación” ante un posible acuerdo de alto el fuego que, dijo, “se necesita desesperadamente y desde hace mucho tiempo”. En una publicación en redes sociales, Lazzarini señaló que la población gazatí está “agotada tras casi 660 días de guerra, desplazamientos, bombardeos y asedio".

Lazzarini también se refirió a la necesidad de reanudar la ayuda humanitaria bajo los mecanismos de la ONU. Desde que las autoridades israelíes decidieron desplazar a la UNRWA como distribuidor de la ayuda humanitaria en el enclave a favor de una organización respaldada por Estados Unidos, más de 70 gazatíes murieron de hambre. “Un acuerdo es primordial. Hay que acabar con el hambre y liberar a los rehenes”, dijo, antes de añadir que se encuentra en posesión del "alcance, los conocimientos, el personal y la confianza de las comunidades para prestar asistencia a gran escala en toda la Franja de Gaza”.