Indonesia busca esclarecer el terror vivido el sábado

En la Isla de Java, Indonesia, se hablará de la tragedia del estadio Kanjuruhan durante muchos, muchísimos años. Será algo muy difícil de olvidar para todos, el pueblo, el fútbol y el Gobierno, que no supo prevenir esta verdadera masacre.

Ya se han anunciado la apertura de investigaciones por parte del gobiernos muchas de las víctimas han dicho algo similar, además de las miles de demandas que llegarán. “La Policía debe revelar inmediatamente a los autores involucrados en los actos delictivos”, ha exigido Mahfud MD, Ministro de Seguridad, asegurando que se tomaran fuertes medidas contra los responsables. Además, también le exigió a la policía que “evalúe sus procedimientos de seguridad urgentemente”

Por la gravedad del asunto, esto llegó hasta la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuyo Secretario General Antonio Guterres pidió a las autoridades que se lleve a cabo “una investigación rápida y exhaustiva para tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repita”. “Todos los responsables deben rendir cuentas por este desastre, independientemente de su estatus o posición”, dijo Phil Robertson, Subdirector para Asia de Human Rights Watch.

El accionar policial

Mediante un comunicado, la policía del país asiático dijo que está ya investigando a 18 agentes por el lanzamiento de gas lacrimógeno para dispersar a los aficionados tras el encuentro, uno de los presuntos detonantes del desastre, al generar la estampida generalizada. Según las normas de la FIFA,  está expresamente prohibido usar “gas de control de multitudes” para mantener el orden público en los estadios.

Dedi Prasetyo, portavoz de la Policía, expreso que los 18 agentes estaban “de servicio” y que estaban encargados de operar “con escopetas” (con munición no letal). También dijo que más de 30 cámaras se están investigando para identificar a sospechosos por “destruir propiedades dentro o fuera” del recinto deportivo.

Lo ocurrido

Cuando termino el clásico entre el Arena FC y el Persebaya Surabaya, en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, el resultado fue una derrota por 2 a 3 del equipo local. Según la revista especializada France Presse, hacía más de 20 años que este no perdía con su rival de “toda la vida”. En ese momento, cerca de 3.000 hinchas del Arena FC invadieron el campo, con el resultante de que los efectivos policiales los quisieron detener con disparos y gases lacrimógenos. Ahí comenzaron enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre prácticamente toda persona en el campo, y esto generó un temor tal que comenzaron a ocurrir las estampidas fatales que taponaron las salidas del estadio, donde la gente se daba contra las paredes y muchos terminaron muertos aplastados por querer salir, por asfixia o incluso literalmente pisada por gente corriendo. Lo peor: de los 125 muertos, 32 son niños.

El Ministerio de Seguridad formará un equipo de investigación con responsables de distintos ministerios, futbolistas profesionales, organizadores de eventos deportivos, profesionales de medios de comunicación y académicos.

Por otra parte, el presidente del Arema FC pidió disculpas por lo sucedido. “Esperamos poder hallar la raíz del problema”, dijo Gilang Widya Pramana en una conferencia y también expreso que el club indemnizaría económicamente a las familias de las víctimas mortales y a los heridos